EL SEXO PROTECTOR. Es bueno...si es obsceno
En una reciente visita a la exposición de Las
Edades del Hombre, MONS DEI, que este año se presenta en un ámbito tan románico
como Aguilar de Campoo, hemos podido comprobar la poca atención de los
montadores hacia “nuestro” arte, exponiendo un capitel de cuatro caras arrimado
contra la pared, de forma que se pierde el sentido de su lectura, más aún si,
según la ficha (pieza 57, que proviene del museo Diocesano de Segovia) relata
las tentaciones de Cristo y creemos recordar que en una esquina aparece San
Pedro, al menos un personaje con una gran llave, lo que induce más a querer averiguar
qué es lo que realmente se cuenta allí. Como otros capiteles, caso del 74,
réplica del original, que obliga a agacharse para verlo, también han sido
tratados como “cosas” que hay que exponer, más preocupados por el efecto
ornamental que el contenido de las piezas, nos centraremos en un curioso
detalle que esta vez hemos observado en un lienzo, y además del siglo XVII, lo
que nos obliga a pedir la dispensa a los moderadores de este blog para
exponerlo.
"Camino del sacrificio de Issac" de Orrente, del Museo de León. A la izquierda, el perro y su deyección.(wikipedia) |
Aunque la foto de la wiki está falta de
resolución, podemos ver que el lienzo, pieza nº 29 del catálogo, expuesto en la
sede de la iglesia de Santa Cecilia, se titula “Camino del sacrificio de Isaac”
y procede del taller de Pedro de Orrente, de la primera mitad del siglo
XVII custodiado en el Museo de León.
Este taller pintó varios cuadros con este mismo tema y otros muchos de episodios
bíblicos en los que Abraham, Lot y otros personajes son los protagonistas, casi
siempre en frondosos paisajes con nubes y figuras humanas bien trabajadas.
Según los datos, Orrente estuvo en Italia en donde mejoró su técnica con
Bassano y es posible que conociera a Caravaggio ya que algunos de sus trabajos
muestran la preferencia por los claroscuros y efectos de luz y oscuridad en las
figuras humanas.
Una de las cosas que se pueden ver en los
abundantes cuadros de Orrente que muestra la web del museo del Prado es que
incluye muchos animales y entre ellos, los perros; como animales de compañía,
guardianes de rebaños, etc. Precisamente del tema que tratamos, “El camino
hacia el sacrificio de Isaac” tienen uno casi idéntico en el Museo del Prado,
aunque allí el perro aparece frente al burro en postura “normal”.
El mismo tema y composición, pero con el perro mirando al burro (Museo del Prado) |
Sin embargo, el perro que aparece en este
cuadro del museo de León llama inmediatamente la atención del observador porque
ocupa un primer plano a la izquierda y necesariamente se le ve, puesto que
antecede a los protagonistas de la historia: Isaac está echando el coloño de
leña sobre su hombro, porque su padre Abraham, abrigado por una gran capa
blanca, está haciendo señas a sus criados –que visten ropa “moderna” en
contraste con la pareja bíblica- para que se queden a esperar junto al burro
que ha transportado la carga hasta allí. El perfil de la montaña y dos árboles
que parecen surgir de un mismo punto (no sabemos si en alusión al parentesco de
víctima y “verdugo”) enmarcan la escena.
Pero el perro aparece en una postura insólita:
está cagando; (lease “defecando” según lo que sigue). El artista no ha tenido
el menor inconveniente en mostrarnos incluso el producto del acto. En ningún otro
trabajo aparece un perro así y el primer efecto ya lo consigue: sorprende,
choca, puede que hasta moleste. Es un acto “obsceno”.
Detalle del escatológico acto en el lienzo de Orrente en la expo Mons Dei |
Para nosotros tiene una lectura oculta, que
puede ser tanto alusiva al diablo, ya que éste en ocasiones se consideraba era
encarnado en perros, o bien tiene un sentido como el que hemos comentado en
entradas anteriores sobre los humanos, es decir, apotropaico.
El excremento era
y es (como veremos en próximas entradas) un elemento apotropaico de primera
fila. La presencia del diablo en una escena que supone un sacrificio humano
tiene mucho sentido. Se va a producir una muerte y sólo Dios será capaz de
detenerla en el último instante. De hecho, hay estudiosos que relacionan la
presencia de excrementos con la muerte. Igualmente
el sentido apotropaico puede indicar la necesidad de proteger a la víctima de
la acción maligna y ahuyentar al diablo. El artista ha elegido al perro, en
lugar de un humano para “pasar la censura” que habría podido tener. Cierto es
que por los comportamientos de los personajes en otras obras –mujeres que
amamantan, pastores con el pantalón roto por el culo, etc- se le clasifica como
“costumbrista” pero, como solemos argumentar ante las propuestas de ese tenor
en los canecillos románicos, no debía ser tanta costumbre la de ver
masturbadores, exhibicionistas y caganers en el día a día de la gente. En este
caso, algo debió explicar el autor a su comitente para que aceptara la
presencia de una imagen tan grosera, especialmente en un pasaje bíblico. Se
trata de incluir un elemento obsceno, que no debería aparecer allí y eso tiene
que tener una finalidad. A fin de cuentas, lo que vemos es un "canecillo" obsceno, algo que no debería estar ahí, como el caganer.
Sacrificio Isaac de Pedro de Orrente en la web del Museo de Bilbao, que permite verlo con lupa.Véase la extraña piedra. |
En otro de sus bellos lienzos se representa el
momento exacto del sacrificio de Isaac, con el ángel deteniendo la mano de
Abraham, contrastando la blancura de la piel del primero con la áspera y
curtida del patriarca, en una composición llena de vida y movimiento en donde
Isaac es todo un estudio anatómico. Se puede ver con detalle en la web del
museo de Bilbao, donde se exhibe. Es seguramente una de las obras más
“caravaggianas” del artista murciano.
Sin embargo, lo que a nosotros nos
intriga es el tronco o piedras en que se apoya Ia rodilla izquierda de Isaac,
que asemejan la cabeza de un caballo o burro y en el extremo derecho un cabo de
cuerda que acaba en un extraño emblema que no acertamos a distinguir, ni con la lupa de la web.
Adoración de los Pastores de Pedro de Orrente, Museo del Prado.A la izquierda el personaje misterioso con el extraño gorro |
En otros
de sus cuadros, como la Adoración de los Pastores en el Museo del Prado,
aparece un extraño pastor que lleva un gorro o peluca roja puntiaguda y en la
mano un cesto de piezas como setas, muy poco adecuado para la ocasión. Ese personaje
con curioso gorro aparece en otros cuadros, como el “Labán da alcance a Jacob”
en el Museo del Prado o en “La multiplicación de los panes y los peces”,
siempre sin que se le vea la cara. Ya entrando en sutilezas más discutibles,
nos parece observar que en la Crucifixión, con un poderoso trabajo anatómico en
los dos ladrones, un hombre se aleja al fondo con una escalera…mostrando su
culo desnudo. Teniendo en cuenta que unos decenios antes Marsilio Ficino y
otros intelectuales italianos habían tratado seriamente el tema del malocchio,
no sería impensable que Orrente hubiera incluido guiños en ese sentido en
alguno de sus lienzos, como el perro que nos ocupa.
Para quienes tengan interés en profundizar sobre la presencia de las heces en la cultura, además de un clásico como Bourke (militar norteamericano del siglo XIX que estudió en profundidad la coprofilia entre los indios californianos) “Escatología y civilización…”,se puede ver en internet la curiosa obra “Mitología y mitos de la Hispania prerromana” editado por Bermejo Barrera de Akal Ediciones, con valiosa información..Sin embargo, cuando hemos querido documentar el concepto de "obsceno" nos hemos llevado una sorpresa.
Según
la RAE, algo obsceno es impúdico, torpe u ofensivo al pudor. Casi siempre se lo
relaciona con el sexo y el cuerpo, pero todos hemos oído con frecuencia sobre “beneficios obscenos” cuando se
obtienen ganancias escandalosas, o actititudes obscenas, que sin tener que ver
con el sexo producen rechazo y asco. La pauta la marca el hecho de que tiene
que haber alguien que lo contempla: los actos privados sin espectadores no son
obscenos. Es decir, que, como en el caso del perro defecando y sus heces
mostradas en el cuadro, son los espectadores quienes consideramos ese detalle
como obsceno: no se debe mostrar, está “fuera de la escena” que es, según
algunos expertos, el origen griego de la palabra, como ahora veremos.
Hemos
oído alguna vez la graciosa queja masculina de que “si salgo desnudo a mi
terraza a tomar el sol y me ve la vecina, me denuncia por exhibicionista: si es
ella la que lo hace y yo la veo, me denuncia por voyer”.
Pues
bien; hemos encontrado un interesantísimo trabajo de Michael Newcity de la Duke
University titulado “The invention of obscenity” que además de matizar las
cosas que ya damos por conocidas sobre el tema, aporta una nueva acepción que
justifica su estudio y su aplicación al tema que nos tiene “fascinados” : el
mal de ojo y la forma de combatirlo. A fin de cuentas, hemos dicho que la
presencia del can y sus heces pueden tener esa aplicación en el lienzo,
descartada la coprofilia del pintor.
Venus de Hohle Fels (wikipedia) |
Tras
comenzar por criticar con razón y con dureza el estúpido comentario del New
York Times calificando el hallazgo arqueológico de una venus prehistórica
dotada de grandes rasgos sexuales -que es lo más habitual al tratarse de
símbolos de fertilidad- como una figura precursora del Play-Boy, y mencionar el
manido Papiro de Turín, que un día estudiaremos aquí porque creemos que tiene
componentes apotropaicos (incluído el humor, el provocar la risa con el sexo,
como hacen muchos canes obscenos en el románico) el estudioso entra en materia.
El
autor muestra las tres acepciones del Diccionario de Inglés Oxford de 1989, de
la palabra “obsceno”:
1. -Ofensivo
para los sentidos (incluye el olor, añadimos nosotros), al gusto o
refinamiento, repugnante, repulsivo, sucio, asqueroso, abominable,
desagradable.
2. -Ofensivo
para la modestia o la decencia, expresando impúdicas o pecaminosas ideas,
impuras, indecentes, lascivas.
3. - De
mal agüero, desfavorable.
Esta
tercera acepción, puesto que las dos primeras encajan con lo que esperamos, es
la que nos deja sorprendidos y pudiera conectar precisamente con el sentido que
estamos desde hace años proponiendo para la utilidad y el significado de las
imágenes obscenas del románico.
Sigamos
el estudio: viendo sucesivas ediciones del diccionario a partir de 1604,
observa que se refiere más al uso de las expresiones y palabras que a hechos o
imágenes.
Propone
que la voz entra en la lengua inglesa hacia 1590 y proviene de Francia y cita
el Thesaurus de Cooper, en el que se define obsceno como “That signifieth or
declareth some ill lucke or misfortune to follow: that bringeth ill lucke”, que
bien claro indica que lo obsceno trae “mala suerte y desgracia”. La relación
con nuestra propuesta de que los elementos obscenos en el románico tienen la
función de combatir el mal de ojo y proteger el entorno (iglesia, fieles y
difuntos) tiene acogida en el sentido de la utilidad de lo obsceno como
apotropaico. (Ya le advertí a un prestigioso profesor que hay que repetir el
palabro porque es preciso que se popularice). La persistencia de ese concepto
en sucesivas ediciones del Thesaurus desde 1565 en adelante, hace pensar que se
tomó de su origen en latín, conservando la pureza de su primera definición.
También lo vincula al vocablo “obscurus” (oculto) unos años después.
Y
sigue: si “obsceno” entró en la lengua inglesa desde la francesa, no haría
tanto que entró en ésta. Así considera que hasta el siglo XVI no se empezó a
utilizar la palabra (entendemos que en el sentido en que hoy lo utilizamos).
Nuevamente
al desmenuzar los posibles orígenes dice que “otra teoría es que el más antiguo
y por tanto original significado de “obscenus” es “mal agüero” (mal presagio) y
proviene del vocabulario de la antigua adivinación. Conforme a Joacques
Merceron, “los autores romanos mencionan una clase especial de pájaros llamados
“obscenae aves” cuyo canto era interpretado por los sacerdotes para predecir el
futuro”.(Creemos recordar –añadimos-que uno de los bíblicos especialistas era
el rey Salomón, el más grande los magos sagrados, a quien acompaña un ave en la
portada románica de Sangüesa).
Capitel de Sangüesa con el juicio de Salomón y un personaje con ave en las manos, con el que dice la leyenda se comunicaba Salomón con la reina de Saba |
Sigamos con Newcity: “Merceron sigue conectando “obscene” y adivinación, con otra teoría del origen de obscenus, donde la última fuente señala la palabra ob+scaevus. Scaevus significa izquierda, lo que está a la izquierda, hacia el lado izquierdo, pero también significa algo negativo: incómodo, perverso, estúpido, tonto” y de fortuna desfavorable, adversa, sin suerte. Por tanto, de acuerdo a Merceron “obscenidad participa del mundo de la adivinación, particularmente como caracterización de siniestra (y el autor aclara que deriva del latín con sentido de izquierda, presagios enviados por poderes sobrenaturales).
Capitel de los porteadores de Frómista con el extraño tallista zurdo (ver primeras entradas de este blog) |
En
este sentido, hemos de añadir que el tema de los zurdos y la mano
izquierda lo hemos estudiado y tenemos
algún artículo, cuando intentamos identificar el capitel de los porteadores de
Frómista, ya que el personaje de la derecha que talla un sillar empuñando la
herramienta en la mano izquierda dando un giro insólito pudiera tener algún
significado, aunque finalmente lo hemos incluido en una muestra de una
modalidad de ordalía.
Ya
va terminando la magnífica investigación de Newcity: “Una de las más difundidas
teorías es que la palabra obscenus tiene sus raíces en la dramaturgia romana y
griega. Marco Terencio Varrón señalaba que proviene de scaena, a veces escrito
scena, que es la palabra latina para escenario. Explica Varrón que “algo
vergonzoso se llama obscaenum porque no se debe decir abiertamente excepto en
la escena”. Scaena proviene del griego skene que significa tienda o choza, que
también era el nombre para un edificio que quedaba detrás del escenario en el
teatro griego. Los actores podrían hacer entradas y salidas a través de puerta
en la skene y a menudo la acción que era considerada demasiado violenta o de
algún modo ofensiva o desagradable, se desarrollaba en la skene. La audiencia
podría oir las voces de los actores, pero no verían esos actos. En la Grecia
clásica las voces de los dioses y de los fantasmas eran solamente oídas desde
ese lugar no visible. Las muerte violenta en las tragedias griegas también
ocurría fuera del escenario, no era correcto (era obsceno) mostrar esos
crímenes. Las voces ocultas narraban o se oían sin presenciar algo desagradable
en las tragedias. No era así, en cambio, en las comedias. Mostrar violencia era
tabú.
Termina
comentando que notemos que lo ob-skene (demasiado ofensivo para ser mostrado en
escena) era la muerte violenta, suicidio, adivinación o augurios, no explícitas
actividades o vocabulario sexuales, ya que, especialmente las comedias, estaban
repletas de chocarrería y groserías, que hacía reir al público, como la
representación de Lisístrata con la historia de las mujeres que deciden someter
a sus maridos a no tener relaciones sexuales. Bromea Newcity al señalar que la
frase con que se conjuran las mujeres para cortar el acceso a sus esposos es “I
will not stand a lioness upon the cheese-grater” (no pondré una leona sobre el
rallador de queso) que el autor entiende se refiere a una postura sexual como la de las leonas,
pero que cientos de expertos siguen discutiendo sobre su sentido.
Finaliza:
la acción o diálogos que ocurren fuera de escena frecuentemente parecen haber
tenido sentido de mal augurio, por lo que pueden relacionarse. Como el sentido original
griego se refiere a palabras que no deben o al menos, no deberían ser pronunciadas
en público, la palabra pudiera también haber tomado un secundario significado
de “in-dicente” (que no se debe decir) que, pasado el tiempo, se transformó en
el moderno significado de “indecente, sucio,etc.
En un curioso estudio sobre los aromas "Sacred Scents in Early Christianity and Islam"
ResponderEliminarEscrito por Mary Thurlkill se comenta en un pie de página que Adan y Eva no defecaron en el Paraíso, sino fuera de él, tras haber comido la fruta prohibida y ser expulsados. Nadie pensaba que el ángel que les expulsa les ordenaba: "a cagar fuera". (con perdón).
Parece inevitable aludir a la famosa portada de San Quirce de los Ausines (Burgos) donde precisamente la narración de Adán, Eva, Caín y Abel está flanqueada por dos explícitas escenas escatológicas con texto para disipar dudas, acompañadas de combates, sexo, animales, lo que para algunos "herejes" dota de un claro sentido apotropaico a las imágenes para proteger el recinto. Lo propondremos en otra entrada.
EliminarFredinandus: eres una fuente inagotable de sabiduría.
ResponderEliminarMi más absoluta admiración y respeto
Gracias, Lola, por tu alabanza sincera, je,je.Ocurre que estoy leyendo "The Evil Eye" de Aland Dundes, comprado usado en la intelné, y cuenta el autor en el prefacio del libro, como al acabar una conferencia en los USA se le acercó una dama para agradecerle que al fin, con su charla, había comprendido algo que la tenía algo enfurecida desde hacía años. Casada con un serbio, se había sorprendido de que la familia de su esposo cuando conoció al niño de ambos, presentado de punta en blanco a los parientes, nadie había hecho la menor alabanza sobre el niño. Nada. Indiferencia total. El profesor Dundes había explicado que la alabanza era fuente de atracción del mal de ojo, de manera que sólo si se alababa a alguien o algo y se agregaba una bendición : "El Señor te lo conserve", "que los santos te lo guarden", etc, el objeto de la alabanza quedaba guardado del riesgo. Y los serbios para esas cosas son tan supersticiosos como los que más.
ResponderEliminarAsí que doy por añadido algo como "que el Cielo te ilumine" o así para futuras propuestas y librarme de un mal de ojo no deseado, pero que puede "caer" sin intención.
Insistiendo sobre el tema, Aaron Brav en su artículo "Evil Eye among the Hebrews" en el libro citado, dice que "alabando el buen aspecto de una persona es bueno añadir: Que el Eterno le guarde del mal"; no olvidemos que cuando rezamos "...y líbranos del mal" parece algo genérico pero hasta en la Biblia tiene el sentido de alusión al mal de ojo,y por extensión, al diablo, como veremos en próximos artículos, tema tratado por la dra.Aragonés. Y termino la cita del judío Brav: "Cuando los espíritus (ghosts) quieren dañar a alguien, su primera frase es para decir lo hermoso que es".
EliminarYa ves, pasa como con los piropos: se han convertido en un factor de riesgo (acoso).
Y volviendo al tema origen de esta entrada (el perro defecando en la preparación del sacrificio de Isaac) y como muestra de que estas cosas que estudiamos tienen actualidad, ayer mismo se publicó
ResponderEliminarhttps://eldiariony.com/2018/08/02/por-que-algunos-perros-miran-a-su-amo-cuando-defecan/
una curiosa conclusión "científica" que relaciona ese momento expuesto del animal con la confianza en su amo, que se ocupa de vigilar cualquier ataque o eventualidad no prevista. Aunque en el cuadro el perro no mira a su amo, es evidente su indefensión en esa circunstancia, lo que nos puede inducir si el pintor no tuvo tan en cuenta el valor apotropaico del acto y la caca del perro, como hacer un paralelismo con lo que refleja la historia del episodio bíblico: una confianza ciega en el Amo, al que obedeces sin rechistar pese a que te pide que le sacrifiques tu primogénito (dejando aparte la discusión de si lo era o no). El perro y Abraham dejan la vida en manos del amo.