El extraño tallista zurdo

Terminábamos antes la descripción del lateral en el que se han esculpido unos remeros, acaso galeotes, de un tamaño muy grande en relación a la embarcación en la que bogan. Quizás se haya querido resaltar más el duro destino de los reos que la nave en que reman. 
Pasamos al lateral a nuestra derecha, en donde aparece un hombre vestido como los porteadores, inclinado sobre un sillar que intenta tallar empuñando un hacha de cantero en su mano izquierda. Pese a que Moralejo critica la mediocre calidad técnica (comparado con el de la Orestiada, pero sin tener en cuenta que en éste  no se ha hecho más que reproducir el sarcófago de Husillos, mientras en el capitel de los porteadores todo es nuevo, no hay modelo) nuestro escultor románico se ha esmerado en describirnos a un hombre que trabaja con su mano izquierda empuñando el hacha como lo haría con la derecha. Nos está explicando que este hombre debe hacer su trabajo sin ser zurdo, porque realmente lo que le ha pasado es que ha perdido el uso de su mano derecha, que muestra abierta e inútil sobre el cuerpo del primer porteador. 
 Hay un hecho interesante que demuestra cómo Moralejo ha visto los detalles de este capitel y sin embargo no ha considerado la mano devorada: en esta escena comenta cómo el sillar está en el aire, no se apoya en nada. Pero lo relaciona con la ilusión pictórica representada en el palacete jordano de Qusayr'Amra donde aparece una escena similar de acarreo y tallaje, todo ello cuatrocientos años antes de Frómista.(nota 27 pag,407 de Artistas...1985). A nuestro modesto entender, y en el ámbito de lo que describe el capitel, está mostrando en este personaje el nefasto resultado de la escena central, no como una acción real, sino la consecuencia de lo mostrado y denunciado, como ahora veremos. A destacar los rasgos faciales del sujeto, algo monstruosos o deformados. Por otro lado, no parece razonable que si difícilmente se pudiera conocer la historia mitológica de la Orestiada-excepto algunos prelados asistentes al concilio de Husillos- más lo sería que conocieran esas pinturas del desierto jordano.
En su artículo de 1989 "Cluny y los orígenes del románico..." Moralejo repite su primera propuesta (y que a fin de cuentas es la que ha progresado) sobre el acarreo central y que se trate de un autoretrato de los obreros de San Martín y deja en manos del contenido de la barrica la opción constructora o la vendimiadora.
Después de muchas lecturas alternativas en línea de trabajos serviles, esclavos, normas jurídicas medievales, etc. y contempladas las referencias de los grandes autores, proponemos que el material acarreado por esos dos siervos es agua, porque están cargando una tina con agua caliente para realizar una ordalía, y es precisamente la mano devorada, la que se introduce en la "bocca della veritá", la misma reproducida en varias portadas de la zona palentina, la que nos está indicando desde hace siglos la ceremonia que desea el comitente que pase al rincón de la historia jurídica ante nuevos tiempos y nuevos fueros.
El hombre que empuña extrañamente el hacha para intentar tallar el sillar es el resultado nefasto de esa costumbre: la pérdida de la mano sometida a la ordalía en casi todos los casos. Los hombres que reman en el lateral muestran la condena de aquellos que se negaban a someterse a la prueba o que eran castigados por culpables o por perjuros: las galeras. (1)
Pero todo esto lo vamos a ir argumentando en las siguientes líneas.

(1) En la entrada del 8 de Febrero matizamos que la escena de los hombres remando en la barca pudiera hacer alusión a una tercera forma de ordalía : la del agua fría , que muchas veces se realizaba en la corriente de un río sumergiendo al reo en el agua, lo que pudiera estar esculpido en esta cara.

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