EXULTET: Los capiteles de Adán y Eva en San Martín de Frómista (*)
Vamos a proponer en este nuevo tema que los capiteles de Adán y Eva en el crucero de San Martín de Frómista, que han sido relacionados con sus distintas teorías por los investigadores, realmente reflejan un cántico ceremonial celebrado en la Pascua, la fiesta suprema del cristianismo y son los monjes esculpidos en las dos escenas los protagonistas de la liturgia, mientras la presencia de Adán y Eva, así como la de Jesucristo resucitado (que no reconviene ni expulsa a los Primeros Padres) está directamente vinculado al cántico del Exultet, como personajes aludidos.
Entre los
numerosos interrogantes que se plantean a la hora de analizar la iconografía de
los capiteles del interior de la iglesia románica de San Martín de Frómista en
Palencia, aparece como muy accesible la lectura de los dos capiteles que ocupan el
arranque de la nave central desde el ábside, que al enfrentarse a cada lado del
pasillo, son visibles tanto desde su pié en el crucero como desde una supuesta
galilea que hubiera existido sobre la que hoy es reconstruida entrada
occidental (1). Esta facilidad de contemplación puede ser importante para la
propuesta que vamos a desarrollar.
Nos referimos a los dos capiteles en los que
aparecen Adán y Eva con el árbol y la serpiente. Uno ha sido identificado como el momento
de cometer el Pecado Original (lado del Evangelio) y enfrente (Epístola) la
Reprensión divina o la Expulsión del Paraíso.
San Martín de Frómista. Capitel lado Evangelio en el crucero. |
San Martín de Frómista. Capitel lado Epístola en el crucero. |
Teniendo en cuenta que
San Martín de Frómista se reconoce entre la más primitiva muestra del arte
románico español, sorprende a los estudiosos la calidad y madurez de su relato,
que lo convierten en prototipo de posteriores y frecuentes reproducciones de
sus escenas.(2) En la iglesia francesa de Saint Gaudens aparece un capitel de
la Caída de muy similar formato, probablemente del mismo taller, pero sin
presencia de los otros personajes determinantes, como veremos en esta propuesta.
Tras
el simio tirándose de la lengua aparece esculpido un religioso, probablemente
con atavío benedictino, como el resto de acompañantes en ambos capiteles, en
este caso portando un báculo y capa, insignias de un rango superior. Al otro
lado, otro clérigo que porta libro en su mano izquierda, con casulla y peinado
tonsurado, apunta a la escena de devoración, como queriéndonos señalar la
consecuencia del pecado cometido al lado. A diferencia del capitel de enfrente,
ambos clérigos están calzados.
* Para esta investigación ha sido
fundamental la participación de mi gran amigo Juan Ramón Ugarte con sus profundos
conocimientos de liturgia e Historia de la Iglesia. Mi agradecimiento más
sincero.
(1)” Para los cluniacenses la galilea era una estructura
polivalente pero estrechamente ligada a las celebraciones litúrgicas que se
fueron codificando en ese periodo (siglos X-XI)…la galilea era un espacio
polifuncional con un preeminente contenido escatológico: el apelativo supone
una referencia a su uso litúrgico, una evocación neotestamentaria de esperanza
en la Vida Eterna …Así, en el marco de las grandes procesiones litúrgicas que
alcanzaban su más intensa expresión en Pascua, los monjes evocaban la muerte y
la esperanza en la Resurrección…La variedad del uso de la galilea se deriva de
que, en el transcurso de las procesiones que tenían lugar en el templo, acogía
a los laicos a fin de que no estorbaran en su desarrollo”. (La realidad
material de la iglesia de San Martín de Frómista en el siglo XII. Jose L.Senra
Gabriel y Galán).En San Martin de Frómista ¿Paradigma o historicismo? 2006)
(2) “En Frómista se asiste a la cristalización de un lenguaje perfectamente
dominado, para lo que se precisa y resulta imprescindible la
experiencia…demasiado románico maduro en el que no hay elemento que manifieste
síntomas de arcaísmos, para fecha tan temprana” (op.cit.).
(3)Arquitectura y simbolismo de San Martín de Frómista.( Jesús Herrero y Carlos Arroyo)
(continuará)
imposible aportar nada: sólo agradeceros la generosidad al compartir vuestro conocimiento.
ResponderEliminarEn un valioso trabajo de los investigadores Rafael Barroso y Jorge Morín, publicado en el boletin de Arqueologia Medieval nº 11 de 1997 titulado "Temas eucarísticos y bautismales en el arte de época visigoda" se menciona un texto de J.Yarza sobre un himno segoviano que pudiera remontarse al siglo X, donde se hace una trasposición entre la caida de los protoparentes y el pasaje de la Crucifixión..."el fruto del árbol del pecado ha sido definitivamente vencido por la cruz. El madero de la cruz se muestra entonces como el árbol sagrado digno de adoración, hasta el punto que la liturgia visigoda llega a identificarlo con el propio Cristo". Hacen unas consideraciones muy sugerentes en torno a esa hilazón entre el simbolismo del árbol de la Caída y la Cruz de Cristo, exactamente como creemos que hace el monje del lateral de la "reprensión" (que no lo es) mostrando la cruz en su mano y apuntando a la escena central con Cristo y Adán escoltando -cada uno con su significado- al árbol ya sin la serpiente. El largo artículo se puede descargar en internet.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEl artículo es valioso, la mención a Yarza más que oportuna; y este comentario contiene belleza.
ResponderEliminarGracias.