Otro ejemplo: Arenillas de San Pelayo

Un nuevo caso de ordalía esculpida en capiteles es Arenillas de San Pelayo. Observemos que tanto en Santa María de Carrión -que consideramos la primera en hacerlo- como las siguientes cronológicamente, Santiago de Carrión y ésta que vemos ahora de Arenillas de San Pelayo conservan el mismo esquema: ordalía con bocas devoradoras en el capitel de la izquierda de nuestro acceso y relato de la batalla de escudo y bastón sobre la arquivolta, con dama sollozante incluída.
Veamos las fotos:

En ambas caras del capitel se representa, como ocurre en las otras citadas, la doble opción de la ordalía: en esta que mira a la puerta, también se representa la visión positiva, ya que las testigos (parece que todos los protagonistas son mujeres) sujeten los dientes del monstruo, parece que lo dominan y contienen.


Sin embargo, en la cara externa, tan deteriorada, el monstruo engulle un cuerpo, probablemente el alma del perjuro. A un costado del infante aparecen los dedos de la dama  de nuestra izquierda.En esta portada se narra un episodio quizás concreto, alguna historia de impacto en el entorno. Llama la atención la diferencia entre un ojo y otro de la figura central. Además de ello, la escena al fondo debe tener relación con el episodio de la ordalía, quizás narrando lo que la originó: parecen ser un monje y una monja a los que una tercera persona -quizás una mujer- conduce la mano y la espalda no sabemos si para presentarlos ante las extrañas figuras gesticulantes de los capiteles del otro lado, probablemente un tribunal o jurado. ¿Podría tratarse de una relación ilícita en un ámbito monástico? ¿Tendría por resultado un infanticidio? ¿Se habría utilizado alguna historia, como la de Abelardo y Eloísa como exemplun por los comitentes?
La foto tomada por nuestro profesor-guía nos saca de dudas: realmente es un monje. Y quizás la dama sea una monja, no por buscar morbo, sino por su ropaje, diferente al de las mujeres de la ordalía.


Sobre la arquivolta podemos localizar fácilmente los luchadores de escudo y bastón y la dama sufriente.
No nos extenderemos en hipotetizar más sobre lo propuesto en esta atractiva portada, porque nuestro objetivo es demostrar cómo la ordalía era una práctica habitual en el entorno de Frómista, donde aparece la prueba caldaria más específica.

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