Capitel de Santiago de Agüero con dos "campeones" con cota de malla y armados de escudos y bastones que combaten por el honor de una dama. Dos jueces o notables señalan y deciden en la otra cara del capitel.
Un canecillo nos muestra a una contorsionista que puede hacer compañía a
las vistosas bailarinas de la fiesta en la portada. Pero al lado, hay otro que
ha llamado la atención de especialistas como J.A.Olañeta, quien se ha percatado
de su relación con la escena de los “parlamentarios” del capitel que tratamos.
Se representa a una pareja, en la que el personaje más rechoncho puede ser un
hombre.
Hemos metido la lupa y no somos capaces de ver si tiene barba o no, así
que optamos por la menos favorable a nuestra intención. Pero sí que aparenta
ser varón. Lo significativo de su gesto es que sujeta con una mano el borde de
su túnica (creo que lo podemos llamar “toga”) exactamente igual que lo hacen
los dos personajes que estamos estudiando, éstos con barba.
Muy probablemente
se trata de jueces, sayones, principales o autoridades que intervienen en esas
pruebas que se siguen realizando en el exterior de las iglesias, pero que ya no
cuentan con el apoyo eclesiástico. No hay juramento ni ordalía en el sentido de
prueba física, sino ceremonia civil y judicial. Y la joven, delgada y delicada, que porta
una flor –probablemente una azucena, símbolo de la pureza- es el motivo de la
disputa. Aunque, a nuestro parecer, no debería poner la mano en la cintura a la
manera de las bailarinas, si quiere dar muestras de modestia (salvo que esa mano sobre el vientre indique otra acusación de más peso). Pero eso ya
depende de lo que vaya a decidir el jurado.
Ahora vamos a señalar cómo el gesto del que creemos hombre maduro que acompaña a la mujer, sujetando la toga recogida en una mano, es idéntico al del barbudo que discute en el capitel a los pies de la iglesia de Santiago.
La toga remangada y sujeta
la habíamos visto –una prueba más de expansión y significado ceremonial- el pasado 17
de Enero en este blog, en la entrada sobre las ordalías (“Los americanos de Palencia”) en que
aparecía el capitel probablemente de Lebanza hoy en el museo de los USA, donde
dos jueces barbilampiños (de ahí que unos y otros tengan distinta función según
su “pelaje”) están metiendo la mano en la boca del león. Mismo gesto con mismos
ropajes.
Villaamil (de quien ya
vimos su estudio “Del uso de pruebas
vulgares”) dice que Sancho Ramirez redacta la carta iudicialis de San Juan de la
Peña en 1062. “Con la prohibición oficial
de las pruebas vulgares a partir del siglo XI, se pasa de las ordalías o pruebas caldarias o del ferro, a los combates
judiciales, menos peligrosos, pero su pervivencia tanto en Castilla como en
Aragón parece clara. El concilio de León en 1288 prohibe todas esas pruebas,
incluido el combate o juicio de batalla o torno (probable origen del torneo)
buena muestra de que se seguían ejerciendo cuando se levanta Santiago en Agüero.
Podemos proponer, por tanto,
que esos combates judiciales se seguían haciendo fuera de la autoridad de la
Iglesia, que los enclaves dependientes de San Juan de la Peña son utilizados
para esas ceremonias y que esa es la historia que se nos cuenta en el capitel.
Pero ahora tenemos que ver su referencia en León, y muy anterior a Santiago.
En el lateral a nuestra izquierda de este capitel a la entrada de S.Isidoro de León, aparece un personaje tan importante como para portar corona, que gesticula y señala junto a un siervo- quizás un soldado- a los combatientes que a la manera habitual, cruzan brazos y piernas en un combate simbólico. Al otro lado, un soldado y otro personaje sentados interactúan. El coronado parece discutir el resultado del "duelo" con el joven que tiene delante, quien ha perdido la mano pero conserva la maza apoyada en su hombro. La maza, como vimos en las portadas castellanas, suele ser símbolo de autoridad o poder. De hecho, los alcaldes de postín salen hoy en la foto escoltados por los maceros.
Ahora hemos de retornar a nuestra portada de Santiago de Agüero,en la que intuimos una ceremonia de batalla judicial de dos "campeones" que combaten por el honor mancillado de una dama -quizás acusada de estar embarazada, por su gesto- a la que acompaña un varón principal y que pudiera no referirse a ningún episodio concreto, o sí, no lo sabemos, pero con suficiente fuerza como para impulsar a alguien a esculpir al pie de una de las columnas en el interior una inscripción. Lo relata muy bien Omedes en su web "románico aragonés" en la ficha de esta iglesia:
A fuerza de volver una y otra vez y de acostumbrar mis ojos a buscar en la oscuridad, en una de las últimas visitas me di cuenta de que bajo el capitel de la lucha entre caballeros, y en la columna más próxima al vano de la portada, hay una inscripción, que al igual que ocurre con el capitel, la penumbra y la propia hoja de la puerta abierta hacen que haya pasado desapercibida
El catedrático D.Alberto Muntaner le explica la cita a un texto de Virgilio y muestra su extrañeza que un "grito" tan vital se inscriba en la iglesia. Ahora quizás lo comprendamos mejor: El amor vence siempre.
|
Como complemento a tan interesante escrito, quizá os pueda interesar este otro artículo:
ResponderEliminarhttp://saludyromanico.blogspot.com.es/2011/05/santiago-de-aguero-la-llave-de-bancio-y.html
Gracias
Gracias, Baruk. Hace tiempo tenía constancia por la web de Omedes de cómo una inquisitiva investigadora había descubierto una nueva marca de Anoll en Santiago. Se llama Laura Alberich y siempre nos encantan sus hallazgos. En eso estamos: proponer con humildad otras alternativas sin pisarle los callos a los profesores. Con fundamento. Te sigo.
ResponderEliminarFernando : Felicidades! Es un trabajo incontestable ¿incontestable? Bueno como trabajo sí...como exposición... a mi... desde mi ignorancia me surgen dudas que espero que las tomes no como denostaciones sino simplemente: necesito algo que me haga creer más rotundamente en tu exposición.
ResponderEliminarPara empezar... lo del diablillo en el canecin y su carácter aprotopaico:¿si ? En serio? Tu crees que si fuera así lo pondrían en un rincón, en un ángulo apenas visto y en un muro en el que no hay puertas ni ventanas?lejos, alto ... Uhmm...no sé... no sé...
Lo de los señores dándose mamporrazos en la puerta (¿a que me suena?)Solo una apreciación. A pesar de los adornos en el escudo, van exactamente igual vestido y armados ¿moros y cristianos? No lo creo.
Jueces o "jerarcas" con las túnicas recogidas. Casualmente son los que están sentados.Solo se recogen la exterior,¡para no pisársela ??
El canecín del otro "juez", con la señorita de la flor y la mano en la cintura ¿por qué creéis que tiene relación directa con el capitel que os ocupa? No queda un poco traído con calzador? y lejos
Y ya por fin ...De acuerdo totalmente en que las ordalías fueron desapareciendo de las costumbres y usos dentro del ámbito eclesiástico y sus entornos. Entonces ¿quien ha pagado para que se representen esas ordalías en la iglesia si ésta,como Institución es la encargada en su mayoría de pagar y decidir el programa iconográfico?
Son dudas que me surgen al leer tan magnífico y seguido estudio.
Ahora ya ... falta que hables del capitel de "niño" y las águilas. Te pondremos NOTAZA!
Saludos, Lola. Te contesto en dos partes, que he escrito más que El Tostao.
EliminarAl hacer preguntas no se hace por “pillar” sino para que el ponente encuentre mejores argumentos. En esas estamos.
El diablo en el canecillo más alto. Único y al norte. Efectivamente, sólo lo ven los que suben hasta allí. Claro, es que no está puesto para que lo vean los fieles, sino los diablos. Ya decimos lo del efecto espejo. En el largo hilo de “El sexo protector” salió a relucir ese tema y dijimos que sesudos antropólogos cuentan cómo lo igual sirve para ahuyentar lo igual. Lo que hoy llamamos homeopatía en medicina. Pero en brujería (blanca) era (y es) muy común. Por eso los diablos y figuras obscenas aparecen en lo más alto, a veces difícil de ver por los parroquianos, pero es que estaban destinados a ser vistos por los diablos que rondaban las iglesias intentando penetrar por los lugares más débiles: donde el muro se junta con el tejado (canes) en las ventanas (muy habitual ver capiteles obscenos en las ventanas, como Cervatos) o por la puerta, para lo que se ponían mochetas con figuras de fieras o monstruos, como guardianes protectores. O celosías, como otra vez Cervatos, que más que Kama Sutra, es paradigma de lo apotropaico. Y mira si sería eficaz, que cuando llega el gótico, ya sin canecillos, siguen poniendo diablos y monstruos en las gárgolas. Qué manía, ¿verdad? Anda, eso lo puedes leer, que está al principio de “El sexo protector”. Luego ya te aburres y lo dejas.
Te extrañará que los comitentes permitieran esas supersticiones. En las notas al pie de la tesis doctoral de Inés Monteira sobre “ La escultura románica hispana y su lucha contra el Islam", se cita una frase del profesor Boto Varela, a quien seguro conoces, que dice: "El criterio de los clérigos rurales debió resultar suficientemente laxo como para admitir –por identificación cultural con los parroquianos- imágenes no consideradas inconvenientes en el contexto secular, y sí, en cambio, en el monaquismo,más severo". De todos es sabido que hasta el Papa recomendaba a sus misioneros que no se opusieran a los cultos ancestrales, sino que los atrajeran con mano izquierda. Porque el parroquiano rural, si no veía en “su” iglesia lo adecuado (el ornamento sin delito, que dice el profesor Boto) no entraba. Y era cosa común cuando había iglesia a mano, pasarse por ella al comenzar la jornada para buscar protección para todo el día, como ver a San Cristóbal contra las muertes repentinas (ahí tienes la fachada de la iglesia de Cotillo de Anievas en mi Cantabria) o a San Nicolás para protegerse del temible mal de ojo.(otra vez Cervatos). Uno de los canes más expresivos del masturbador musulmán o judío lo tenemos arriba del todo del muro de Elines, que hay que verlo con gemelos. Es el favorito de Jaime Nuño. Con lo bonito que es, mira que ponerlo tan arriba. Es que no es para ti, es para los diablos, que como bien sabes, tienen alas en Frómista, mientras que si hay ángeles –que los hay- ninguno tiene alas.
Esto dicho de manera genérica. La tesis doctoral está plagada de referencias a cabezas de negros, musulmanes, etc., que asimila la autora a la representación diabólica. Nada extraño puede resultar que finalmente se exponga al diablo sin tapujos. Si se quiere asimilar a los mahometanos al diablo, también se puede poner al mismo diablo, ahora sin ánimo de insultar.
Y sigo con la segunda parte:
EliminarEn otra cita de la dra.Monteira se menciona a Weisbah (1949) p.192: “El hecho de representar signo de pecado al entrar en la iglesia y en su exterior pueden constituir, para ciertos autores, una especie de signo defensivo contra la penetración del mal en interior”. (eso que algunos pelmas insistimos en considerarlo como apotropaico). Y cuenta Inés Monteira en otro lugar: En un capitel de la portada occidental de la catedral de Saint Vincent de Maçon (Saona) una inscripción junto a una imagen demoníaca revela: “El demonio tiene vetado el acceso a la iglesia, el ángel armado de la espada (de Dios) se lo impide.” Ya ves, aquí suponen que el diablo sabe leer el cartel y lo obedece, y le amenazan si no lo hace con una figura angélica que no vemos.
Total, que me estás sacando una entrada más con esta réplica.
Lo de los señores que se dan mamporros en la puerta no lo comento, que creo que me das la razón: es una escena de batalla judicial.
La relación del canecillo de la joven con los de abajo, los luchadores, se evidencia por la postura de los hombres, cosa que ha captado Olañeta y tiene sentido. En entradas anteriores de este blog (¡ no me digas que tampoco las has leído ¡) se propone que la portada de Larraona muestra diseminados los personajes de una ordalía, como ocurre en Arenillas, en Perazancas, en Carrión, etc. Cuando hay combate judicial hay que buscar “por quién doblan las campanas” y esta vez lo hemos encontrado en los canes cercanos.
La pregunta de por qué se ponían ordalías en las portadas o en las iglesias lo expliqué en otra parte de este foro cuando trato de los capiteles de Frómista. Los cluniacenses y luego toda la Iglesia estaban en contra, tras haberse visto numerosos abusos y trampas y que los sufridores de esas burradas eran los más pobres. Pienso que el pueblo quería que se perpetuara una ceremonia extraordinaria ante la puerta, igual que hay capiteles de fiestas (Moarves) de procesiones (Vallespinoso), mercados (Uncastillo) también los juicios y con eso se magnificaba el templo. Creo que puede haber dos intenciones: conmemorar esos juicios, y al mismo tiempo, condenarlos; por eso en Agüero no salen pruebas caldarias ni curas, sólo jueces o alcaldes, que es lo que veía la gente.
Lo del niño con pito va a resultar tan misterioso como el del capitel del sátiro. Vaya rollo que te he soltado.
Muchísimas gracias Ferdinandus.
ResponderEliminarEres un "crak".
Tengo que releer todo lo que escribes. Muy interesante pero aún no puedo decirte OK a todo. Tengo que madurarlo, e intentar entender eso que tu (vosotros)veis tan claro.Espero que este verano tengamos oportunidad de hablarlo-
En cualquier caso : gratitud inmensa por tu tiempo y tu trabajo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar