LA FACHADA DEL BORGO SAN DONNINO (FIDENZA) Parte I
De
las varias propuestas que conocemos para una lectura de conjunto de las múltiples
esculturas de esta fachada - casi todas ellas obra del taller de Antelami- muchas
coinciden en la intencionalidad exaltadora de las dos figuras sobre las que
gira: el recuerdo imperial de Carlomagno y el santo titular del templo.
Fachada de Fidenza. Veremos en este episodio la torre y la puerta a nuestra izquierda.Foto wikiland |
Además
de esto, pensamos que el templo es el inicio de una idea que germinaría en las
portadas monumentales francesas –de hecho su formato se inspira en los templos
románicos del sur de Francia (Arles) con sus fachadas “teatrales”- como un escenario
que representa el Juicio Final porque a esas portadas se acudía a impartir
justicia, pensamos, quizás en asuntos de gran repercusión social, como las condenas de
las herejías. No sería extraño que el capitel de la nave bajo un Pantocrator,
como Cristo Juez, donde los ángeles caídos son empujados al averno, fuera un
recordatorio a los acusados de herejía, juzgados ante la puerta y absueltos, en
su recorrido interno hacia el altar del templo a dar gracias por su salvación. Los condenados, como dice la portada, no podían entrar. Más directa aún es la inscripción en la cartela del Cristo Juez, que, según la ficha del Museo dice: heces/IV. of/CI. V/M. E/T. IV/STI/CI. /AM (heces Iudicium et iustitiam = he hecho juicio y justicia).
Probablemente
el punto de vista de Claudio Mutti, sacerdote que extrae una visión cristológica
de algunos de sus elementos sea muy imaginativa pero como siempre decimos,
incomprensible para los usuarios del templo y los peregrinos, a quienes iban
dedicadas las imágenes. Ya hemos comentado que atribuir un sentido alusivo a la
cruz en la figura de Alejandro volando (horizontal y vertical) nos parece poco consistente. Lo mismo
pretende hacer con la figura de Hércules sosteniendo al león por el rabo, en un
hallazgo del investigador que, con todo respeto, no compartimos.
Posible alusión al promotor del templo inicial |
Yoshie
Kojima realiza a nuestro juicio un análisis más ajustado y por ello resalta la
idea de la imagen imperial y la confluencia del poder terrenal tutelada por el
de Roma, para transmitir sentido de estabilidad y legitimidad a los fieles. Por
otro lado, no hay que olvidar la costumbre de hacerse coronar los emperadores
germánicos en estos templos, por lo que el sentido jurídico parece reforzarse.
Algunas inscripciones, de las muchas que figuran en esta fachada, aluden al
poder jurídico del emperador.
Para
seguir el desfile de imágenes utilizaremos las nuestras y si no es posible, las
de una gran investigadora, Julianna Lees, siempre presente en cualquier estudio
iconográfico con sus excelentes fotos.
Ya
hemos dedicado un artículo a la figura de Alejandro subiendo al cielo esculpido
en la torre del Trabucco, una muestra clara –a nuestro modesto entender- de la
pretensión de presentar una imagen imperial de Federico Barbarroja, quien
utilizará la aureola del legendario macedonio y del otro mito más cercano pero
no menos admirado, Carlomagno, para potenciar el respeto y autoridad de su
imperio, transmitiendo la connivencia con el poder de la Iglesia de Roma, e
incluso reivindicando su propia autoridad moral.
La
otra torre, la de nuestra izquierda, la primera que contemplaban los romeros en su
peregrinaje a Roma por la via francígena, llamada del folletto o de la cicogne (el duende o las cigüeñas)
muestra dos imágenes, las primeras, de reyes, enmarcadas en una bella greca.
Herodes en la torre del folletto junto al relieve de la cabalgada de los Magos. Desconocemos quién es la mujer que se sienta frente al monarca. |
En
una aparece el rey Herodes identificado por la inscripción, que pudiera estar
–como suele figurar- ordenando la matanza de los Inocentes, aunque ningún
elemento alude directamente a ello. La presencia de los Reyes Magos
identificados en el otro relieve nos hace enlazar ambas escenas, jugando con
nuestro conocimiento. Pero realmente nada indica que Herodes disponga la
Matanza.
La aparición en primer lugar de una reina con un jarro en la mano
quizás pretenda aludir a algún enemigo concreto, puesto que entendemos que está
mostrando al espectador los ejemplos de mal rey (Herodes) y el buen rey (los
Magos, que cabalgan para adorar a Cristo). Herodes con una cierta terribilitá
porta cetro y orbe, como luego veremos hace Carlo Magno, otro ejemplo de buen
rey, que es coronado por un papa. ¿Quién es esa misteriosa reina? ¿su mujer
Marianne, su hermana Salomé (no confundir con la del baile, que quizás no había
nacido y que fascinó al hijo, Herodes Antipas) o una pitonisa que le anuncia el
nacimiento de Cristo?
Cerca del relieve con Herodes, figura en la torre del Folletto la cabalgada de los Reyes, que se alejan del mismo. |
Por su posición, los Reyes se alejan de Herodes, ya le
han visitado. A pocos metros, ya en el paño de la fachada antes de la puerta
central, vuelve a presentarse la escena restante de este episodio: la Adoración
de los Reyes. Parece que deberían haberse colocado sucesivamente para dar
continuidad al relato. Son por tanto, tres instantáneas del relato epifánico, y
no es descartable, como dicen los especialistas, que el reciente traslado de
los restos de los Reyes a Colonia hubiera influido en esa iconografía. El
traslado se hizo en 1164 un año antes de la canonización de Carlomagno, encargada precisamente por Federico Barbarroja.
Los
huecos que se observan en las placas de la fachada, también pueden sugerir una
colocación impuesta por el tamaño de las piezas, desubicando la secuencia
narrativa.
Las tres portadas
Entramos ahora en
el cuerpo del templo con sus tres portadas. Mutti cita las dos grandes
columnas, sobre una de las cuales, la izquierda, aparece un capitel con el
relato completo de Daniel 14 como alusivas a Booz y Joachim, las columnas que enmarcaban la puerta del mítico templo de
Salomón, quizás buscando un sentido iniciático del que creemos carece. Sobre el
capitel de Daniel asistido por Habacuk, que pudiera tener un sentido judicial (tiene una inscripción que lo presenta como justo: DANIEL IUSTUS IN LACU EST CUM LEONUM), como muchas otras
figuras de la fachada, la figura del apóstol Simón apuntando con su dedo la
ruta que debe seguir el peregrino a Roma. La cartela dice: “ Simon Apostolus eundi Romam Sanctus demonstrat Hanc Viam ( San Simón Apóstol indica que este es el camino
a seguir a Roma)”. La otra columna
no tiene escultura sobre ella. Cierto es que no teniendo finalidad constructiva
definida, creemos que están reaprovechadas del templo anterior o incluso de
alguna advocación pagana pasada. La documentación habla de una hermandad que se
reunía en un templo pagano en el mismo lugar y que perduró en la nueva advocación
cristiana. Algunas fuentes citan al dios galo Fidio como titular del templo romano primitivo. (http://www.30giorni.it/articoli_id_15094_l1.htm)
Tímpano románico de la puerta de nuestra izquierda en San Donnino con la Virgen de la Misericordia |
La puerta izquierda que aparece ahora ante
nosotros, dispone un tímpano un tanto anodino con una Madonna de la
Misericordia rodeada de mujeres. El Niño porta un pan y una botella que
suponemos de leche. Románico, quizás, pero no de Antelami. Este modelo de Madonna de origen bizantino se le llama dell'Odigitria (de la Via). Atrae nuestra mirada
ciertos elementos paganos de esta portada: unos telamones desnudos sostienen
sin sostener la arquería interna. En la externa, ahora ya trabajan dos nuevos atlantes
vestidos Rematan en sendas cabezas cornudas de bueyes que, junto con los doce
pequeños animales más dos espirales en la clave de la arquivolta, dotan de
protección apotropaica a esa entrada.
Figuras apotropaicas en la portada.Foto Julianna Lees |
Vista puerta izquierda. Foto Julianna Lees |
Pero ahora nos interesa lo que cuenta el
relieve sobre el frontón. Sigamos a Kojima:
“En Fidenza el emperador es representado en la
fachada del Duomo, en el norte de protiro. El frontón del protiro, coronado por
una serie de arcos ascendentes hacia la cumbre, lleva escrito bajo el penúltimo
arco de la izquierda «[KARV] LVS IPR (Karulus Imperator»). Carlomagno,
coronado, se sienta frontalmente, sostiene en su mano izquierda el orbe y en su
mano derecha un cetro, largo y grande como pastoral de cuyo extremo salen
flores u hojas. Lleva una larga túnica, sujetada por un cinturón, y encima de
ella lleva una capa que cubre sus hombros.
Relieve con Carlomagno, investidura del arcipreste de San Donnino y el milagro del enfermo y su caballo |
Es la imagen del emperador común en
el siglo XII, como por ejemplo en el sello capitular de la Catedral de
Aquisgrán, en la parte frontal del Karlsschrein o relicario de Carlomagno en la
capilla palatina de Aquisgrán, y en el Karlsteppich o alfombra de Carlo Magno
del Duomo de Halberstadt. Sólo que en estos casos el cetro es de tamaño normal,
por lo tanto mucho más pequeño, y el manto retenido por una fíbula cubre sólo
un hombro; encontramos la misma solución también en la famosa estatua de Carlomagno
en la iglesia de la Abadía de San Giovanni di Miistair en Suiza.
A la izquierda de Carlomagno, bajo el otro
arco, un hombre de pie (armiger) entrega su espada al emperador. Otras
inscripciones se encuentran en la parte central del frontón. Estas, talladas en
los tres arcos superiores, están muy desgastadas, pero a través de un
manuscrito del siglo XIX es posible reconstruirlas: [Arc]
HIPRBR SC [I] [D] O [MNINI]» (Archipresbyter SANCA DOMN ~; y «a [D] RHA] NVS P
[p] (Adrianus Pontephix secunda» (Papa
Adriano II) . La escena representa
así al Papa Adriano II (867-872) con la tiara en la cabeza que entrega la Mitra
y pastoral al arcipreste de la iglesia de San Donnino, asistido por un clérigo
que lleva estola y mitra. Estos relieves ilustran los privilegios que según la
tradición fueron concedidos a la iglesia de San Donnino. Según el diploma
emitido por el emperador Federico Barbarroja en 1162, Carlomagno donó en un año
no especificado a la iglesia el pueblo de Fornio. En cuanto al uso de Mitra y
pastoral, parece que, para la iglesia de San Donnino, es una costumbre que se
remonta a al menos el siglo XI. De hecho, el Papa Celestino III (1191-1198)
reconfirma en la bula de 1196, sobre el ejemplo del Urbano Il (1088-1099), el
privilegio del uso de la Mitra y las otras costumbres ancestrales del
arciprestazgo de la iglesia de San Donnino”.
Dice luego: “Significativo es que en la fachada
del Duomo se acentúa y subraya la edad carolingia, querida por el emperador
Barbarroja, quien en su momento intentó consolidar su imperio a través de una
política de sacralización. Entre las acciones más importantes se encontraba la
canonización de Carlomagno en el año 1165. Para el emperador era necesario
constituir un poder ' sagrado ', independiente del poder del papado en Roma”.
Detrás del Papa, un obispo sosteniendo la
Biblia abierta en la página «VI civitatem Sanctam Ierusalem». Se vincula así un
origen sagrado al templo desde tiempos de San Donnino, a través del Papa
Adriano II y el emperador Carlomagno”.
Frontón sobre la portada a nuestra izquierda. En la cúspide, Pallavicino, posible donante amigo del emperador Barbarroja |
A la derecha, el milagro de una sanación, uno
de los primeros hechos significativos por la intercesión de S. Donnino. La
escena representa a un hombre doblando la cabeza en el acto de oración bajo la
bóveda de una iglesia. Es un peregrino enfermo, como dice la inscripción
grabada sobre su cabeza «Egrotus», que vino a pedir curación a S. Donnino. Al
salir de la iglesia no encontró su montura que había atado a un árbol cercano.
Regresó entonces a invocar al Santo y cuando volvió tuvo la alegría de
encontrar a su caballo de nuevo. Sobre estas escenas, el cordero místico
flanqueado por sendas águilas con algo en los picos (¿) probable alusión
imperial de los emblemas cristianos.
Estas tres escenas pudieran mostrar al
espectador los tres puntales en que se apoya la santidad del templo: la
protección imperial de Carlomagno, la protección papal cediendo mitra y báculo
al arcipreste y la protección de los milagros de San Donnino.
Pero a
pesar de la información histórica que
aporta Kojime - como el hecho de que la figura que remata la cumbre de esa
portada pudiera ser un importante colaborador de Barbarroja, Oberto
Pallavicino, señor feudal que se ocupó de la construcción del templo y que
tenía un defecto en la mano izquierda, por lo que aparece oculta en la
escultura, flanqueado por dos caballeros- hemos de continuar viendo esta
portada.
No se nos dice quién puede ser el misterioso
busto barbado que aparece tras el caballero que toca el olifante (al otro lado,
lo mismo pero sin busto) en el relieve de Pallavicino, así que pudiera ser “la
sombra” de Barbarroja que lo protege.
Paño entre la portada izquierda y la central
Entre la puerta que hemos visto y la central,
hay un machón con varios relieves y una gran escultura del rey David, de la que
se dice es precedente (junto con la de la otra puerta con el profeta Ezequiel)
de las grandes obras que se van a tallar inmediatamente en Chartes, dando paso
a las grandes esculturas góticas.
Les separan de la portada vista, como hemos
dicho, la columna rematada con el capitel de Daniel 14 y la escultura de San
Simón indicando la dirección a Roma,
menos trabajada que las de abajo, lo que sugiere proceder de la iglesia
románica destruida unos años antes de que Barbarroja decidiera reconstruirla.
Espacio esculpido entre la puerta a nuestra izquierda y la puerta central |
Si seguimos la lectura desde abajo, el rey
David, antepasado de Cristo, luce una cartela : “David Propheta, Rex. Haec
porta Domini iusti intrant per eam (David profeta Rey. Esta es la puerta del
Señor por la que entran los justos) ", y en la de Ezequiel que luego
veremos se dice "Vidi portam in domo Domini clausam. (He visto la puerta
de la casa del Señor cerrada) ". La cita de David es el Salmo 117.20.
Rey David. Foto Julianna Lees |
Esta doble opción: puerta abierta para los justos-puerta cerrada, creemos que
tiene un directo significado para el resultado de los juicios que se celebraran
ante su fachada, puesto que, como hemos visto en otros lugares, el juicio y su
sentencia era público y multitudinario y el resultado visto por todo el pueblo.
La presencia de Daniel en el capitel avala aún más esa propuesta: su inocencia
ante los acusadores y confiarse en las manos de Dios lo convierten en un
símbolo del justo salvado por Dios de los leones. Otros detalles que luego
iremos viendo en la puerta principal e incluso en su interior, inciden en esa
lectura. No es preciso rebuscar en su sentido alegórico: los declarados
inocentes podían entrar en la iglesia, mientras los culpables eran expulsados, como en el capitel interno.
Capitel con Daniel entre los leones auxiliado por Habacuc y sobre él imagen de Simón señalando el camino |
Detrás del rey David como profeta está una de
las tallas más espectaculares de Antelami, quien ha logrado esculpir la
presentación en el Templo en forma cóncava a pesar de mostrarnos a un Niño
Jesús como hacen los románicos: un adulto en miniatura. La inscripción, según
Ponzi : DANS BLANDVM MVRMVR TVRTVR PRO
MVNERE DATVR / SVSCIPIT OBLATVM SIMEON DE VIRGEN NATVM cuyo recitado entiende el estudioso (con tantas “ues” que murmurar)
imita lo que indica el texto: el murmullo de las tórtolas que porta la
sacerdotisa Ana, alabando la ofrenda de Simeón a Dios del fruto nacido de la
Virgen, ya que entendemos que la mujer vistosamente vestida que sostiene al
Niño ha de ser María. No hace falta comentar la relación de David como estirpe
mesiánica.
Gran talla de Antelami. El Niño como adulto reducido (grandes orejas) |
Dejando a un lado el florilegio del profesor Ponzi,
entre el que hay que avanzar como entre una maraña literaria, encontramos a
ambos lados del relieve citado una escena que veremos también repetida: la de
la familia de peregrinos que por su posición caminan hacia Roma, siguiendo el
dedo de San Simón arriba.
Probablemente sea una familia identificable, van
bien vestidos y el hombre lleva calzado. Llevan en la mano lo que entendemos
pueda ser una ofrenda, que será aceptada de buen grado en la iglesia para
socorrer a los pobres. (en el capítulo siguiente compararemos las figuras de peregrinos). Les guía un ángel muy “antelámico” de vistoso peinado y
hermosas alas emplumadas, señalando la via libre con la mano. Pudiera ser el
arcángel Rafael, protector de peregrinos. Bajo estas figuras, se inscriben dos
relieves mostrando un grifo y un animal caprino con extraña cola, muy
probablemente con función apotropaica, aunque se les puede encontrar abundantes
lecturas simbólicas, por supuesto. Su gesto vuelto hacia dentro, denotan un
sentido de protección hacia lo esculpido en su interno, especialmente el
relieve de la Presentación.
Encima, doble placa con círculos tangentes de misterioso
trazado, algunos con variaciones, que, salvo sentido apotropaico (los diablos
quedarían intrigados por su sentido, como este humilde mirón, y por tanto,
desactivados) no entendemos su mensaje y sobre esto dos escenas muy estudiadas
en las que cuenta la inscripción que se trata de san Donnino coronando al
emperador Maximiano, pagano, que no por casualidad, adopta el esquema que hemos
visto de la coronación de Carlomagno, con armiger incluído, haciendo un
contraposto con el final de la historia del santo titular. Aquí la relación es
fluida, más tarde nos contará otro relieve cómo Donnino debe huir para no
cumplir el deseo imperial de adorar dioses paganos.
c |
Inicio de la leyenda de San Donnino. El desenlace en la puerta central. |
Según vemos, los relieves relatan la coronación del
emperador Maximiano por Donnino como cubicularius (maestro de Cámara) y en la
escena siguiente, con los mismos protagonistas, que adaptan muchas de las
posturas ya vistas con Carlomagno, el santo le pide permiso al emperador para
dedicarse solo a Dios.
Tomemos el estudio de Claudio Mutti “L’Antelami e
il mito dell’Impero” donde analiza estos relieves. Comienza haciendo mención a
una curiosa relación: la presencia de la figura sujetando a un león por la cola
con la inscripción “Fortis Hercules” la relaciona con el emperador pagano al
que corona Donnino; se llama Marco Aurelio Valerino Maximiano pero tenía el
sobrenombre de Herculeo, lo que puede explicar la extraña identificación del
relieve en una de las bóvedas de la entrada principal.
En los relieves que tratamos, aparece tres veces: las
dos de este paño y una tercera con el desencuentro del santo con el emperador y
su huída y posterior martirio. En los dos que vemos juntos, el emperador
Maximiano está sentado en el trono, a la manera de Carlomagno, como hemos
dicho, con cetro y orbe e incluso dispone de armiger, mientras san Donnino lo
corona, ya que esa era la función de cubiculario: custodiar la corona y
colocarla en la cabeza del emperador. La inscripción dice: “Imperator a Beato
Domnino coronatur”. Los mismo nobles testigos de la ceremonia aparecen en el
cuadro sucesivo. Para buscar paralelismo con Carlomagno, un soldado aparece en
la torre a la izquierda. Entiendo que se relata la sumisión de San Donnino al
poder imperial y su aceptación, siempre que lo hagan para el servicio de Dios.
Mutti ve en la audiencia a los tres hombres tras la coronación, que el primero
puede ser el santo, quien junta las manos en un gesto de súplica mientras los
otros dos le secundan con el gesto. La inscripción: “Licentia accepta Deo serviré
decrevit”. No está claro-dice Mutti- qué licencia es la que pide, ya que no
consta. Según De Francovich, pide y obtiene del emperador un permiso, habiendo
decidido dedicarse al servicio de Dios. Se desconoce ese episodio de la vida
del santo. Como la resolución de la historia aparece en el otro relieve de la
puerta central, dejamos en suspenso la historia –como parece haber querido
hacer Antelami- quedándonos con los hechos narrados: la sumisión y colaboración
del santo con el emperador y su renuncia a la vida cortesana. Después veremos el final.
Como hemos apuntado, sobre estos dos relieves
aparece una aparatosa pieza floral, un auténtico alarde del escultor, y remata
el paño la ya citada pieza con la Adoración de los Magos, que gracias a la foto
de flirck de Alfredo Liverani podemos entender que la leyenda, además de
identificar a sus protagonistas, señala la ciudad con las torres del final del
relato sobre la que apunta el ángel como la Huida a Egipto. La ficha del Museo, tras identificar a los protagonistas por sus nombres, explica la inscripción amontonada a la derecha, como una decisión tardía, con el mensaje del ángel al durmiente José: Surge accipe puerum et matrem ejus et vade in Aegyptum (Mateo 2,13).
Se puede ver la inscripción con los nombres y a la derecha se menciona Egipto.Foto Alfredo Liverani en flirck |
Deberíamos
continuar con la puerta a nuestra derecha y los relieves tan interesantes de la
torre del Trabucco para terminar con la portada central, donde creemos se
vuelve a incidir en el tema judicial, pero la carga de trabajo nos obliga a
dejarla para próximas entradas.
En la pag.331 del notable estudio de Geza de Francovich sobre Fidenza (Benedtto Antelami) se achaca la ausencia de escultura pendant a la del Apóstol Simón con la cartela sobre la columna de la derecha de la puerta central, e incluso la ausencia de placa en el muro tras ella, a donde su sujetaría con un perno, a un posible terremoto. La caída de un rayo registrada en 1512, arrastrando el campanile izquierdo sobre la fachada, produjo otros daños que aún percibe el investigador, posteriormente restaurados.
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