DE NUEVO LAS ORDALIAS : BORGOÑA
En las primeras entradas de este blog, a
comienzos de 2017, desarrollamos una serie de páginas localizando escenas de
ordalías y juicios de Dios en iglesias palentinas de la mano de Beatriz Mariño
y que luego fuimos extendiendo por otros muchos lugares, desde Aragón a Navarra
y la Francia del Camino de Santiago siguiendo el trabajo de F.M.Besson “A armes
egales”. Incluso hemos propuesto que varios capiteles de Frómista van en la
línea de la condena de las ordalías.
Como esos juicios-espectáculos, tan atractivos
para el pueblo se realizaron durante un tiempo en las iglesias, que se
construían ya como iglesias juraderas si tenían ese privilegio, eran reflejados
en su iconografía, y así vimos, por ejemplo, en Larraona (Navarra) cómo se
muestra el tema en la arquivolta de su portada. Más adelante hemos propuesto que la
portada italiana de Fidenza e incluso su interior muestra una serie de imágenes
que parecen apuntar a una utilidad judicial u ordálica del templo, de fundación
imperial.
Cabecera de Bois.El capitel de la izda.muestra la escena con ocho personajes. El de la derecha, el posible juez.(foto Ina) |
Siempre un juicio -el sometimiento del
comportamiento individual al criterio de la sociedad- ha suscitado interés y no
digamos si el juicio no lo realizaban los humanos, sino que Dios mismo decidía
la inocencia o culpabilidad por la via de los hechos.
Ahora, en base a un apartado que hace J.A.Olañeta en su tesis doctoral
dedicada a la iconografía de Daniel entre los leones, en la que estudia un modelo de Daniel del taller borgoñón de
Donjon, responsable de un grupo de iglesias románicas –tan importantes como
Neuilly-en-Donjon o Anzy-le-Duc (pg.413)- vamos a tratar de situar entre los
capiteles del templo borgoñón de Bois-Sainte-Marie
una serie de indicios que nos conducen a encontrar escenas relacionadas con
ordalías en dicho templo, disfrutando de su visita con las fotos de los incansables Ina y Lola y el magnífico libro de Marcello Angheben “Les chapiteaux
romans de Bourgogne”, extraordinaria guía románica de la región, y algunas
descripciones que encontramos en internet.
Mapa de la región tomado de la web art_roman_Brionnais |
Intuyo que de la región de Borgoña,
influenciada por la mítica Cluny, haya
podido irradiar a los centros donde desarrollaron los monjes su labor esta
iconografía que se repitió en sucesivos templos. De este modo, en Anzy-le-Duc se repite una conocida escena similar a la que
vamos a describir aquí de lucha o combate judicial de peones en un litigio o
juicio de Dios. Lo pusimos en la entrada
de este blog de 29-Nov-17 estudiando el tema en varios templos. La coincidencia
en esa recorrido borgoñón de imágenes de Daniel entre los leones y capiteles
con imágenes de ordalías, nos inducen a relacionar ambas figuras, de manera
que Daniel y su salvación tras la
condena tuviera un mensaje concreto para los usuarios de estos templos influenciados
por Cluny, cuyos programadores tuvieran un especial interés en abolir ese tipo
de justicia brutal, como pensamos se hizo en Frómista, como decimos.
Tampoco
creemos que fuera muy descabellado pensar que en la zona de Carrión y pueblos
del norte de Palencia en los que se repiten estos juicios de Dios, sea debido
al origen borgoñón de algunos de sus maestros tallistas, como el que plasmó la bella
arquivolta de la portada de Santiago de Carrión, donde volvemos a encontrar el
combate ordálico de dos peones junto a la mujer llorosa que se copia en
Perazancas y otros pueblos. Otra curiosa coincidencia –a lo mejor no tanto- es
que lo mismo que dicen las crónicas que en Bois-Sainte-Maríe
había una ceca para emitir moneda, eso mismo se supone en Carrión por los integrantes
de la misma arquivolta a que nos referimos, donde figuran ambos temas: ordalía
y acuñación. Pero vayamos a nuestro objetivo.
Bois-Sainte-Marie
Localiza el Dr.Olañeta este Daniel en los
primeros tramos de la nave central del templo, de modo que sería visto nada más
entrar y lo llamativo es que el pendant es su más famoso capitel, con la
condena de un pecador al que dos demonios le arrancan la lengua, que luego
veremos en detalle. Acompañan en cestas adyacentes escenas de lucha, púgiles y
guerreros, de tentación –sirena-pez y mujer cabalgando un demonio-, con
personajes con las manos en la cabeza y posibles pelícanos. Entiende el autor
el carácter moralizante de las escenas, con el único capitel bíblico –el de
Daniel- como emblema para la salvación de los pecadores que aparecen en el
entorno, de esperanza de salvación, con el apoyo de los pelícanos como símbolo
eucarístico, siguiendo la tesis de Angheben. Pero también en el exterior
encontramos esas alusiones punitivas.
Nosotros, con mucho respeto, vamos a proponer
que la función primordial de Daniel en este programa es ejemplo del hombre
honrado temeroso de Dios acusado injustamente y salvado finalmente, presidiendo
una serie de escenas relacionadas con una ordalía o juicio de Dios, esta vez,
aparentemente, sin prueba caldaria o de hierro caliente, pero con campeones que
han de luchar para responder –mediante la decisión divina- por la inocencia o
culpa de las acusadas, ya que pensamos –como luego explicamos-que el capitel
con dos personajes sentados que se mesan el cabello son dos damas. La
alternativa al Daniel justo auxiliado por Dios por medio de Habacuc seríe el
pendant: el difamador o perjuro al que los diablos arrancan la lengua.
Capitel de Daniel entre los leones ayudado por Habacuc en Bois-Sainte-Marie (foto Ina) |
Las referencias para esta propuesta siguen
siendo, como dijimos en las entradas anteriores, los estudios de Beatriz Mariño
en la parte española y de Besson por la parte francesa, ambos trabajos ya
utilizados antes.
Si se consulta la excelente web art-roman en el
apartado de Borgoña se puede comprobar cómo la presencia de Daniel entre los
leones junto a combates judiciales es muy
frecuente en ese territorio, tal como estudia Angheben.
se nos
cuenta que la iglesia es de la primera mitad del siglo XII, (más bien finales del XI) época coincidente
con las hispanas que tienen ese tipo de programas y que dependía de Cluny. El
pueblo fue cancillería real y emitía moneda, pero luego las guerras de religión
hundieron su riqueza. La restauración del siglo XIX por Millet, discípulo de
Viollet-le-Duc ha rehecho algunos capiteles que, en general, son
identificables. Destaca un interesante deambulatorio fuertemente columnado que evoca a Cluny y apunta a que posiblemente hubo gran afluencia
de peregrinos,(o de espectadores de ordalías, pensamos) para quienes se
habilitaban esos espacios circulatorios tras el altar.
Los capiteles del deambulatorio como muchos de la parte más primitiva de la iglesia son muy toscos.(foto Ina) |
Vemos capiteles en el
exterior probablemente rehechos, pero creemos que se ha intentado reproducir lo
que pudiera haber tenido originalmente, lo mismo que en el interior sospechamos
que hay capiteles más antiguos que otros, por su formato y que coincidirían con
algunos criterios que sitúan una primitiva iglesia hacia el siglo X, por
ejemplo, los capiteles del deambulatorio. Hoy dedicada a la Natividad, el
primer documento de finales del X lo cita con el nombre que hoy tiene la villa:
Santa María del Bosque.
Anuncio de
ordalía en la fachada
Existe disperso en su exterior un programa
iconográfrico que, como decimos, pudiera tener relación con la sede “judicial”
que fuera la iglesia. La figura más llamativa es la de un personaje –parece un
ángel por comparación con los otros capiteles- que aparece sentado en una
especie de trono con los brazos extendidos, un poco en la línea que vimos en lo
alto de la portada de Fidenza, donde es claramente Cristo quien se sienta,
escoltados por dos ángeles. Tomamos la foto de la imprescindible www.art-roman.net
Personaje entronizado en el exterior del ábside (foto art-roman.net) |
Cristo entronizado sobre la portada de Fidenza |
Los ángeles tienen gran protagonismo en esta
fachada. Aparece una pareja sentada, espectante, quizás pendientes de la
decisión divina. Parecen tener las manos juntas y visten largas túnicas.
capitel quizás reconstruído con dos ángeles con las manos juntas |
Otra pareja angelical se distingue de éstos
porque uno de los ángeles toca una trompeta, pequeña, nada aparatosa, pensamos
más que anuncia algo pero no como ángel del Apocalipsis. Está sentado y parece
tener las piernas desnudas y algo de vegetación a los pies. A su derecha el
otro ángel tiene las manos sobre las rodillas. Ambos visten túnicas. A pesar de que los dos llevan alas haciendo simetría, en el ángel de la trompeta, las costillas marcadas, la desnudez, los pies descalzos con largos dedos, nos llevan a sugerir que se
Otra pareja angelical del exterior de Bois-Sainte.Marie (foto Ina) |
trate de un diablo, tal como parece vislumbrarse en la siguiente fotografía desde otro ángulo. Pudiera marcar el juicio particular que se va a desarrollar al lado y dentro del templo.
Vista de frente del posible diablo (foto Ina) |
Y todavía hemos de ver un tercer capitel con
ángeles, ahora en el ábside- cerca del entronizado- con ocho personajes y muy
relacionado con lo que proponemos. En la cara central aparece un ángel con las
alas desplegadas, como los que hemos visto, pero ahora sostiene sobre el pecho
un gran libro abierto. A su derecha figura una dama en postura suplicante, de
formato moderno (probablemente una reproducción como todo lo que llevamos
viendo) arrodillada sobre un escabel y tras ella otros dos personajes similares
que llegamos a suponer en la misma postura. Una larga cadena contornea todo el
capitel, iniciándose y terminando en un escabel a los pies del ángel que lleva
el libro en la cara central. A la izquierda de éste, vemos ahora un personaje
desnudo, con la aparente intención de contrastar con los del otro lado,
vestidos, y que aprieta la cadena contra su vientre. Detrás de él, otro personaje
encogido y desnudo trata de contener lo que parece una cabeza de animal en una
especie de tina.
Lateral con las almas pendientes de juicio (foto Ina) |
Lateral del capitel con los condenados (foto Ina) |
Cara central del capitel (foto Ina) |
El capitel transmite la idea de que a la derecha del ángel portador de la Ley están los arrepentidos por sus faltas, aunque encadenados por la Justicia, mientras a su izquierda están desnudos los condenados sin remisión. Parece una clara escena de juicio de almas. Entendemos que hay un programa previo en el exterior con sentido judicial. Más adelante daremos la descripción de un experto en 1936. Y como decimos, parecen rehechos.
Hay otros capiteles que parecen tener
connotaciones apotropaicas, como cabezas de lobos o leones entre vegetales.
También vemos águilas y aves con las alas explayadas y un extraño y desgastado
capitel que se describe como “animal músico” pero creo que tiene, como las
águilas, más bien sentido de identificación del poder civil, la señal de que
allí también se dirimían conflictos que correspondían a la jurisdición de los
señores feudales. Los canecillos son de factura moderna, de la reconstrucción
del siglo XIX.
Propongo que aunque probablemente
reconstruidos, los capiteles con ángeles son copias de originales perdidos que
compusieran un anuncio de enjuiciamiento en la iglesia, que se materializa una
vez traspasado el umbral.
Entremos al templo.
Como hemos dicho antes, a poco de entrar, en un
arco de paso de la nave central a la de la epístola aparece un capitel con la
historia del libro de Daniel, 14, en el que el profeta, con las manos juntas
hacia abajo, totalmente confiado en el destino divino, es lamido por las
lenguas de sendos leones que le escoltan. El profeta, en la esquina, está
descalzo y viste túnica larga. Detrás del león que ocupa la cara central,
aparece un ángel con nimbo que sujeta a Habacuc–como manda “el guión”- por la
cabeza con su mano derecha mientras con la izquierda dirige hacia el cautivo al
asistente, quien porta en la mano una bola, que será el pan que quita a sus
segadores. Evidentemente, Daniel representa aquí su episodio de salvación con
la ayuda de Habacuc en el foso de los leones, según la Biblia (Dan, 14).
Daniel entre los leones (foto Ina) |
Daniel entre leones auxiliado por Habacuc al que porta un ángel (foto Ina) |
Enfrente, su pendant presenta el famoso condenado, tan expresivo, con dos demonios torturándole en la boca con unas tenazas. Hemos de comentar aquí que algún investigador de prestigio señala que no siempre la tortura se presenta por la parte del cuerpo pecadora. Pero en este caso concreto, como la tortura es en la boca, podemos deducir que es un perjuro, personaje muy fustigado en estos casos de juicio de Dios, puesto que el testimonio era lo único fiable. Por eso aparecen con frecuencia en el norte de Palencia las bocas della veritá, personajes que muestran sus manos sometidas a pruebas divinas sobre su inocencia. Como el diablo que sujeta por la frente al condenado tiene alas, se le ha supuesto ser el mismo Satanás. El castigado no lleva nada que identifique su pecado y está desnudo, así que le dejaremos como perjuro, difamador o mentiroso. En otras iglesias de la zona hay iconografía del mismo tono (Neuilly-en Donjon). Se intenta conminar a los denunciantes o testigos a no incurrir en falso testimonio, con las horribles penas que vemos.
Condenado atacado por diablos (foto Ina) |
Detalle del capitel (foto Ina) |
Lo que
parece clara es la intención de mostrar a Daniel como referencia del buen cristiano,
injustamente condenado y salvado por intercesión divina frente al perjuro o
mentiroso que es atormentado por los diablos. Para aquellos que llegaban a la
iglesia como a un tribunal de justicia, en donde a través de la ordalía (los
capiteles de lucha van en ese sentido) se determinaba su inocencia o culpabilidad,
se les aleccionaba por un lado con la figura del Daniel salvado por Dios pese a
su dura condena a ser devorado en el foso, al tiempo que se advertía a quienes
denunciaban (que así fue encerrado Daniel) o testificaban en falso, el cruel
destino infernal que les esperaba.
Se muestran en otros capiteles del interior las
dos formas de solventar los juicios de Dios: a la manera de los nobles y la de
los villanos.
Combate judicial por ordalía en Bois-S.M.(foto Ina) |
Los primeros están efigiados en dos luchadores
con escudo, armados de lo que parecen espadas cortas, porque tienen cruceta,
aunque pensamos que pudiera ser de madera a la manera de los bastones que vimos
en España y en algún lugar de Francia. Y es porque ninguno lleva cota de malla,
visten prendas “de diario” y uno de ellos ni siquiera lleva casco. Por tanto,
es una batalla un tanto desmañada, una formalidad para cumplir el juicio de
Dios, la ordalía. Así lo cuenta Angheben: “Dos
peatones se baten a espada. Uno porta un casco cónico y tiene un escudo oblongo
mientras que su adversario, que no es ciertamente un guerrero profesional, se
protege únicamente por medio de un escudo redondo. Estos dos antagonistas
poseen armamentos sensiblemente diferentes.”
El luchador de la derecha no lleva ni casco. Ninguna viste cota de malla y no aparenta diferencia de escudos (foto Ina) |
No muy lejos tenemos la otra variante de la
lid: dos villanos cruzan sus cuerpos en plena lucha a mano, aparentan desnudos
aunque llevan bracae como en España y
aún sin llegar a cruzar sus piernas, están claramente forzando la caída del
contrario, como vemos cientos de veces en España. Sin embargo, al lado, hay una
divertida variante de esta lucha que conservaba (hasta aquí) cierta nobleza. En
este caso el luchador, algo más alto, lleva cinturón de fuerza, es un campeón
que no sólo ha vencido al rival, sino que lo tiene a sus pies cabeza abajo,
pese a que también lleva cinturón de fuerza, ya que las normas obligaban a una
igualdad física para que sólo la ayuda de Dios decidiera el inocente. Es tal el
ímpetu de la lucha, que el perdedor se ha tenido que agarrar al collarino,
aunque también parece que quien ha ganado se ha ayudado de un objeto
contundente que golpea la cabeza del caído. Quizás haya hecho trampa.
Combate judicial de villanos con cinturón de fuerza (foto Ina) |
Variante dinámica poco frecuente de la lucha, con el perdedor cabeza abajo al recibir un mazazo (foto Ina) |
¿Y por quién luchan estos campeones? Pues muy
probablemente por las damas compungidas que se mesan los cabellos en el capitel
adyacente, a la manera de las que hemos visto otra vez en las portadas del
norte de Palencia y en Larraona y tantos otros. Puede que no sean las acusadas
justa o injustamente; a lo mejor son las esposas de los contendientes,
esperando cualquier desgracia, pero la presencia de estas damas llorosas ya
hemos analizado que suelen ser las acusadas de delitos sin testigos ni pruebas,
casi siempre adulterios o robos. Es clara su presencia en Santiago de Carrión y
en Perazancas.
La dama ha sido "pillada en la instantánea" con la boca abierta lamentándose (foto Ina) |
La otra dama objeto de la disputa (foto Ina) |
Luego ya, que el centauro o la sirena puedan
hacer referencia a pecados de la carne de lo que pudiera acusar a las damas, lo
dejamos al juicio –si queda- del lector. De nuevo encontramos en el interior
águilas explayadas pero como hay otras aves similares, lo dejamos expuesto. Sí
que parece haber una selección de capiteles de aspecto más antiquizante con
leones afrontados entre vegetales, cabezas humanas mal talladas, etc. que son
los que nos sugieren un origen quizás anterior a la época románica. También en
otras iglesias borgoñonas ocurre lo mismo.
Los estudiosos
Como venimos diciendo, el dr. Angheben ha
estudiado y analizado todas estas iglesias de Borgoña. Una de sus citas es una obrita
de 1936 visible en la web gallica de la BNF con las actas de un congreso en el
que Jean Virey describe esta iglesia
de Bois-Sainte-Marie.
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k57946489/f507n15.texteBrut
En la pag. 456 y
siguientes: BOIS-SAINTE-MARIE: menciona capiteles bajos en la girola bastante
arcaicos y luego estudia los de la nave: leones afrontados, escenas de combate a
mano y otras de guerreros, que ya hemos descrito. Llama su atención el que
hemos citado en el exterior en el contrafuerte del muro del deambulatorio,
probablemente relacionado con estas escenas de juicio: “Otro capitel, que se ve en la cabecera sobre una de las
columnas-contrafuertes aplicadas al muro del deambulatorio puede relacionarse
con las precedentes. Se ven en ella ocho personajes. Tres de ellos, vestidos
con túnicas, arrodillados sobre pequeños taburetes, son víctimas encadenadas en
actitud suplicante. A a derecha, un demonio agachado sostiene el extremo de la
cadena, pero entre él y los cautivos, un ángel, de frente, las alas extendidas
y arrodillado, presenta un libro abierto. Un segundo demonio, al final a la
derecha, parece tener a otra víctima. Como los condenados y las almas de los
muertos eran representados desnudos en la época románica, los tres personajes
encadenados figuran en consecuencia como vivos retenidos por los lazos del
pecado en la esclavitud del infierno e implorando el socorro de la gracia
divina. El ángel que les acompaña, también arrodillado, intercede en su favor.
De
uina manera general, en Bois-Sainte-Marie, la imaginería es sobre todo terrorífica
en los personajes que presenta: el diseño es enérgico y el relieve acentuado.
Hay allí un contraste con la escultura de los capiteles del deambulatorio.”
Pero volvamos al extenso estudio de Marcello Angheben, gran especialista en
Juicios Finales y la figura de Daniel, entre otros.
Capitel con figuras animales, quizás de valor apotropaico (foto Ina) |
Capitel con posibles pelícanos, tradicionalmente de significado eucarística (foto Ina) |
Analiza profusamente las figuras bíblicas
presentes en esas iglesias borgoñonas, encontrando relaciones entre las figuras
de Daniel, Sansón y David. En algún momento encuentra sentido a la presencia de
otro personaje bíblico que a veces aparece junto a Daniel: Jonás. Sin entrar a
otras consideraciones, no nos sustraemos a recordar que en el Panteón de los
Reyes de San Isidoro de León, cerca de Daniel y los leones figura el misterioso
capitel del unicornio, que algunos estudiosos han asociado a la historia de
Jonás. Teniendo en cuenta el ámbito sepulcral del recinto y otras referencias
como el cercano capitel de la Resurrección de Lázaro, pudiera ser entendido el capitel
del posible Jonás con sentido resurreccional.
Por otra
parte, también en la cuenca del Besaya en Cantabria, tenemos un ejemplo
concreto de un arco triunfal cuyos soportes son Daniel por un lado y Sansón por
el otro: Rioseco. Podemos considerar a Daniel como ejemplo de pasivo protegido de Dios y a Sansón, lo
mismo, pero activo (a veces
demasiado).
El autor señala la presencia de Daniel en esos
templos como paradigma de la salvación, por la influencia de la Commendatio
animae en las preces de difuntos. También estudia otras aplicaciones dentro de
la polisemia de la figura bíblica: combate espiritual (donde aparece también
Sansón), alternativa a Adán y Eva pecadores, (también presentes en la portada
de Cervatos), etc.
Dice (pg.187) “Un pasaje de la Vita de San Hugo (al que hemos visto hace poco
construyendo Cluny III y quizás viajando a España) escrita por Gilon muestra que en la época en la que fueron esculpidos
los capiteles de esta sección, los paradigmas bíblicos de liberación podían
incluso aplicarse a los vivos”. Y cita
otra Vita de san Hugo donde se hace alusión a Jonas que es igualmente un
paradigma bíblico de salud, pero con el fin de una verdadera resurrección. Y
cuenta la historia de de una tormenta que provoca el incendio de la capilla de
Berzé-la-Ville y mientras los monjes huían en todas direcciones, el abad reposa
tranquilamente entre las llamas, en una pequeña cámara junto a la capilla.
Interviene entonces la fuerza divina que había salvado a los tres hebreos en el
horno, a Jacob en la lucha contra el ángel, a Daniel del foso de los leones y a
David del asalto de Goliat. Las llamas se alejaron, el diabo huyó y Cristo
apareció victorioso. “Resulta curioso ver
cómo la lucha contra las llamas es descrito en términos de combate contra el
diablo”, apunta el Dr. Angheben.
Capitel con águilas de alas explayadas (foto Ina) |
Sin embargo, las propuestas del investigador
sitúan esas imágenes en el contexto de la
lucha del bien contra el mal, y por ello interpreta las escenas de lucha
entre humanos que acompañan la iconografía de Daniel y el castigo al perjuro en
ese ámbito, precursor de la sicomaquia que luego abundará en la iconografía a
partir del siglo XII. El contexto de
juicio de Dios u ordalías también lo menciona, pero seguramente el apoyo
literario en la primera opción no le permite recurrir a las ceremonias
ordálicas, que es lo que pensamos se muestra allí.
Centrándonos en el capítulo VII de su libro que
trata de los combates no bíblicos entre hombres o con diablos o con monstruos
en estos templos, destaca cómo abundan escenas de combate entre adversarios de
similar status, tanto caballeros como villanos. De éstos últimos verifica que
luchan cuerpo a cuerpo con métodos poco nobles.
Contempla la hipótesis de la discordia (que es
la que propone finalmente) o la cólera quizás al no relacionar estos capiteles
con una ordalía, separando del
contexto el capitel de Daniel y su pendant, que para nosotros pudiera
representar un programa iconográfico.
Dudoso capitel, quizás del avaro en Bois-S-M. (foto Ina) |
Sigue Angheben: “En el primer tramo de Bois-Sainte-Marie, es decir, el que precede a los
capiteles de los luchadores, se evoca el castigo del avaro o el colérico (¿).
Se ve allí en efecto un personaje mordido en la oreja por un cuadrúpedo
agarrándose a un objeto en el que puede reconocerse una bolsa, a menos que se
trate como en Gourdon y en el portal sur de Anzy-le-Duc de un arma que hunde en
la garganta”.
Y más adelante insiste (p.329) : “A la derecha de esta escena un hombre armado
de una espada parece atacar a un animal por detrás, pero puede igualmente que
este hombre se dirija no al cuadrúpedo sino al presunto pecador, acogiéndose al
salmo 21 para arrancar su alma de las garras de los perros. Los
pecados de la lengua son igualmente castigados en la proximidad de los
luchadores. En Bois –Sainte-Marie en el tercer tramo un diablo arranca la
lengua de un condenado.” (Aquí podemos reivindicar nuestra lectura en el
sentido de una ordalía, donde siempre aparecerán los perjuros o mentirosos
acusadores y al lado los “campeones” que deben luchar en nombre de los protagonistas).
Aquí el estudioso hace una reflexión
interesante (pg.330) en el sentido de que los humanos que aparecen mordidos o
contactados en las orejas por serpientes o monstruos podrían responder a la
relación entre los pecados de la lengua y la avaricia. “Juan Casiano, cuya clasificación de los pecados ha creado autoridad por
mucho tiempo, consideraba en efecto que la
triple descendencia de la avaricia
eran la mentira, el perjurio y el falso testimonio…Si el personaje de Bois
es un avaro y no un colérico, esta interpretación podría igualmente
aplicársele. Desgraciadamente, el capitel no es muy legible y su iconografía no
puede ser objeto de un estudio comparativo.”
Traa citar abundantes referencias y ejemplos,
concluye que “los pecados ligados a la
palabra son muy numerosos; la mentira, el falso juramento, la maledicencia, la
blasfemia, etc.En la medida que los capiteles borgoñones no comportan indicaciones
iconográficas o epigráficas precisas, me parece preferible no excluir ningún pecado
de la lengua”.
La sirena -como el avaro- puede tomarse como alusión al motivo del juicio o de manera genérica (lujuria) (foto Ina) |
Sin poder extendernos más, se podría entender
la presencia de leones en distintas posturas como elementos de condena o
amenaza de castigo. Intentar encontrar relación entre pecados esculpidos
(posible avaro, posible lujuria, posible ira) y condenas (arrancamiento de la
lengua) creemos que produce más dudas que si se considera el templo como lugar
de juicio y ordalía, con la muestra a los fieles de la resolución en combate y
el castigo a los perjuros, como hemos visto en muchas otras iglesias de Francia
y España, con Daniel como referencia judicial.
En su pormenorizado análisis, repleto de
referencias y ejemplos, el Dr.Angheben aborda el apartado de “la hipótesis del
duelo judicial”, con el estudio de Besson y el de Mariño que ya hemos citado y
usado en otras entradas. Incluye el autor a la nave de la catedral de Otranto
como otro ejemplo, ahora en Italia, de estas representaciones. Nosotros hemos
apuntado en este blog que pudiera haber ceremonias similares en Fidenza.
Capitel con leones, quizás de la primera etapa del templo (foto Ina) |
El estudio propone que los capiteles con
combates de caballeros de Vezelay y Anzy-le-Duc pudieran relacionarse con
combates judiciales, pero al no tener confirmación y pensar que no todos los
duelos lo eran por ordalías, termina por opinar que puede responder a guerras
privadas, pero lo que resulta útil es reproducir una violencia que era
reprobada por la Iglesia.
Respecto a los capiteles concretos de Bois-Sainte-Marie
(p.268) vuelve a citar a Besson, quien ve en el guerrero
peatonal con escudo redondo a un musulman que combate contra un cristiano. Su
razonamiento reside en la forma redonda del escudo que sostiene que, en la
iconografía medieval caracteriza a menudo a los musulmanes y sobre todo el turbante de su cabeza. En
realidad –dice Angheben y estamos conformes- este autor ha confundido los
cabellos ligeramente ondulados del personaje con un turbante. Finalmente, como
hemos apuntado, el autor se queda con la idea de la alegoría de la discordia o del orgullo. “Por tanto en Bois-Sainte-Marie el
antagonismo entre dos combatientes armados de diferente manera ha evocado
probablemente no una guerra justa, sino una querella privada y quizás esos
mismos pecados”.
Otro capitel de aspecto antiquizante del interior, quizás del siglo X (foto Ina) |
Desde nuestro modesto punto de vista, varias
iglesias del entorno de Bois-Sainte-Marie fueron de dominio cluniacense y éstos
tenían interés en desterrar los juicios de Dios, de modo que pudieran haber
incluido en sus programas este tipo de juicios tan del gusto del pueblo pero
contrario a la caridad y las leyes humanas que ellos promovían. En el caso que
citamos, la alusión a la lucha del Bien contra el Mal parece un lugar común
cuando los detallados capiteles que conforman la historia con Daniel como
referencia sugieren más la celebración de ordalías, como venimos proponiendo.
Quizás la investigación de fueros y costumbres en esa época fuera del control
de la Iglesia (que tras su abolición intentaría eliminar, como pasó en España,
cualquier alusión a la presencia de la Iglesia en esos juicios y su celebración
en los templos) pudiera situar mejor esa lectura.
Capiteles de la girola con escultura muy simple, quizás de la fundación del siglo X (foto Ina) |
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