Virgilio en el románico castellano (y cluniacense)
Virgilio en el románico castellano (y cluniacense)Un hallazgo arqueológico reciente
El pasado 20 de Junio de este año
2023, la prensa se ha hecho eco de un hallazgo arqueológico que podría pasar
sin destacar, puesto que en España es habitual encontrar restos romanos y en
este caso ha sido un trozo de ánfora en la provincia de Córdoba. Pero lo
llamativo del tema es que tenía escrito parte de un poema de Virgilio y se ha
localizado su origen: los versos 7 y 8 de las Geórgicas.
Cupido ha robado un panal de miel y se lo ofrece a Venus, pero ya está "pagando" el precio del placer recibiendo los picotazos de las abejas. Lucas Cranach (Nat.Gallery) Londres.
Nuestro añorado amigo Juan Ramón
Ugarte seguramente me habría tenido, como era habitual, varias horas al
teléfono y hasta me habría enviado textos que reafirmaran su idea tan repetida
(y al final, tan acertada) de la utilización de los versos del poeta romano no
solo en la enseñanza escolar romana y medieval, sino más tarde también en la iconografía
románica. Los versos de Virgilio aparecen en el trasfondo de la cultura
occidental. Aún hoy Virgilio es básico para los estudios de los clásicos en las
universidades. Veremos si pueden con él las huestes de la I.A.
En esta dirección se puede descargar
el PDF de su notable trabajo en el que propone que en la portada de la catedral
vieja de Roda de Isábena (Huesca) está representada la escena de la entrega de
la rama dorada a Eneas por la sibila de Cumas para bajar al inframundo,
siguiendo los versos de la Eneida de Virgilio, ya que está acreditada la
influencia del poeta Virgilio en la vinculación del mundo pagano con el cristiano como precursor inconsciente del
nacimiento de Cristo, como señala Ugarte.
https://revistas.iea.es/index.php/ARG/article/view/2742
La presencia en Roda de canónigos agustinos y la inclusión de obras del poeta en su biblioteca están confirmadas y es posible que también en la iconografía del interior de las naves de San Martín de Frómista, edificada casi dos siglos antes, podamos constatar la existencia de alusiones virgilianas. A fin de cuentas, también estimamos que figuran monjes agustinos esculpidos allí realizando la liturgia en sus capiteles, como hemos expuesto en nuestro trabajo en este blog.
Frómista. Lateral del capitel que muestra a Cristo resucitado como alternativa a Adán, siguiendo el esquema del canto del Exultet. Los monjes agustinos ejecutan la liturgia del Exultet |
Pese a la interpretación de G.Guinea de que son ángeles con sus alas, consideramos que se trata de oficiantes agustinos celebrando la liturgia de la Pascua, esculpidos portando sus capuchas y no alas. En Frómista no aparecen ángeles con alas (excepto los diablos que acompañan al avaro en la entrada norte) pero sí son frecuentes seres angelicales por su postura protectora pero sin alas.
Los monjes franceses de Cluny que trajo Alfonso VI a España para que le ayudaran a pacificar y modernizar su reino, traían un bagaje cultural que les permitió ver en la imaginería clásica de sarcófagos paleocristianos enseñanzas y alusiones suficientes para proponer la paz y la justicia cristianas. No solo eso, sino que trataban de encontrar en sus versos lo que luego se reafirmó: el interés de los monjes negros en "universalizar" el mensaje cristiano, que valía también en el mundo pagano para fomentar la concordia y la paz. compatible con el trabajo ordenado.
Pero hemos de volver al hallazgo del
trozo de vasija en el que un posible estudiante hubiera escrito un verso de las
Geórgicas de Virgilio, concretamente los
versos 7 y 8 del libro I, cuyo texto viene a decir, según informa la prensa, “ cambió la bellota aonia por la espiga
fértil y mezcló el agua con la uva descubierta”. (aonia indica la
procedencia de la bellota en el norte de Grecia). Parece que se refiere a un
cambio en la alimentación, por el que se dejaba de comer harina de bellota
–usada en regiones boscosas- por el trigo y el vino de las regiones sureñas, en
función de la estación. Parece razonable pensar que si alguien memorizaba el
poema comenzara por el principio y lo reprodujo en la vasija como ahora
diremos.
Por la forma de la vasija se deduce que pudo contener aceite, pero vamos a atrevernos a sugerir que el contenido fuera miel y no aceite -también líquido viscoso como el aceite- ya que es básicamente por los dos versos anteriores de la inscripción del poema mencionado, que hablan de miel y abejas, tema muy utilizado por Virgilio y al que dedicó muchos versos, tantos que el libro IV de las Geórgicas está dedicado a las abejas en exclusiva. la extrapolación del comportamiento de las colmenas con la propuesta de vida común que potenciaban los monjes franceses, les hizo experimentar ese ejemplo en Frómista para pasarlo luego a Cluny y en ambos casos fracasados por la incomprensión de los "usuarios".
Otros
informes del descubrimiento en
El reportaje de El Confidencial
inserta esta imagen propiedad de la Universidad de Córdoba, en la que encaja el
texto estudiado como el primer verso de las Geórgicas.
(fotografía propiedad de la Universidad de Córdoba, tomada del diario “El Español”)
En su crónica, el diario “El español”
informa que “Según un
artículo científico publicado este martes en la revista Journal of
Roman Archaeology, el trozo cerámico con letra impresa esconde unos versos de una obra
de Virgilio, uno de los poetas más populares de la Antigua Roma y
autor de La
Eneida. En concreto, desvelan los investigadores, liderados por
Iván González Tobar, doctor por la Universidad de Córdoba, la epigrafía
coincidiría con fragmentos de los versos séptimo y octavo del primer libro
de las Geórgicas,
un poema escrito en el año 29 a.C. y que Virgilio dedicó a la agricultura y la
vida en el campo.”
libro I de Georgicas
versos 7 y 8 : “las abejas guardosas, tales temas empiezo aquí a cantar” latin:
Liber et alma Ceres, vestro si munere tellus Chaoniam pinguin glandem mutavit
arista
Auoniam[pingui]
glandem m[utauit]
aresta, poq[ulaque]
[inuen]tis Aqu[eloia]
[miscu]it [uuis]
C[ambió] la bellota aonia por la espiga
[fértil] [y mezcl]ó
el ag[ua] [con la uva
descubierta]
Precisamente
si alguien se aprendía algún verso solía (y suele) ser del arranque de la obra:
Ejemplo: “En un lugar de La Mancha…” y
así el posible aprendiz de alfarero (se habla de que fuera un joven que iba a
la escuela, por alguna falta gramatical) incidió en el barro fresco el primer verso del poema de Virgilio
dedicado a la agricultura del que queda lo leído (en negrita):
QUID faciat laetas segetes, quo
sidere terram verteré, Maecenas, ulmisque adiungere vitis conveniat, quae cura
boum, qui cultus habendo sit pecori, apibus quanta experientia paréis,
hinc canere incipam. vos, o clarissima mundi lumina, labentem cáelo quae ducitis annum,
Liber et alma Ceres, vestro si muñere tellus Chaoniam pingui glandem mutavit arista, poculaque inventis Acheíoia
miscuit uvis, et vos, agrestum praesentia numina, Fauni, (ferte simul
Faunique pedem Dryadesque puellae)
TRADUCCION: “Cómo se logran las
jocundas mieses, qué astros, Mecenas, son los más propicios para el empeño de
asurcar la tierra y de acoplar los olmos con las vides, qué atenciones exigen
los rebaños, qué de afanes la cría, cuánta práctica las abejas diligentes, tales temas
empiezo aquí a cantar. Vosotros, fúlgidos luminares del mundo, que en el cielo
guiáis del año el curso sigiloso; Libero (Baco)
y Ceres, por quien vio la tierra trocadas las
bellotas de Caonia con el regio regalo de la espiga, y en copas del raudal del
Aqueloo vertisteis la sorpresa de las uvas; vosotros, Faunos, tutelares
númenes del campesino humilde -juntos, Faunos, venid en leve danza con las
Dríades.”
Una referencia arqueológica completa en
https://www.cambridge.org/core/journals/journal-of-roman-archaeology/article/las-georgicas-de-virgilio-in-figlinis-a-proposito-de-un-grafito-ante-cocturam-sobre-un-anfora-olearia-betica/742CDE20EED6987767C896C2A1F01739
Pues bien,
según la traducción que me pasó en su día, cuando Ugarte quería que leyera a
Virgilio, para luego seguir con Tertuliano y desviar así mi afición por el
románico hacia los clásicos, (con la mejor intención de culturizarme, sin duda)
el poema comienza en su libro primero y en sus primeros versos citando esos
alimentos.
Puesto que literalmente,
el trozo conservado habla de cambiar bellotas por trigo y agua por vino (aunque
lo producción de la zona del hallazgo hoy es olivar) bien podemos suponer que
se había plasmado el verso entero en la vasija, que habla también de abejas y
por tanto, de miel, tema central del libro IV de las Geórgicas y no menciona el
aceite. No importaría el contenido final del recipiente, salvo la constante
alusión virgiliana a la miel. ¿Por qué?
Para quien
haya seguido lo que hemos expuesto en este blog, la iconografía de San Martín
de Frómista, posiblemente inspirada en parte en el modelo de vida de las abejas
descrito por Virgilio en las Geórgicas para inspirar la vida de los humanos,
que fue estudiada por San Agustín y alabada por San Ambrosio (dos referencias
del mundo benedictino, que formaron la ideología de los cluniacenses) plasmó en
una incomprendida escultura la necesidad de imitar la vida de la colmena y
conducir al bien de la comunidad, laborando para obtener miel y cera, elementos
virtuosos como lo fue la Virgen María cuya devoción sostenía la comunidad
cluniacense. Pero no es algo que podamos sólo deducir de su escultura; es que
la liturgia a la que quería servir de apoyo esa iconografía, celebraba los
rezos y cánticos de la Pascua siguiendo los textos del Exultet, tal como hemos
estudiado en diversos artículos de la serie de este blog dedicados al Exultet y
a San Martín de Frómista.
Cupido picado por abejas al robar un panal se lamenta ante Venus (Cranach el viejo) (alegoría del castigo por el disfrute de lo prohibido) (National Gallery). (Wikipedia)
El interés de los cluniacenses era demostrar cómo hasta en el mundo pagano se encontraba la esencia del cristianismo porque la naturaleza humana conducía a la fraternidad y el buen orden. Resulta curioso ver cómo ahora los estudiosos americanos tratan de encontrar el enlace entre el mundo pagano y el cristiano en la representaciones artísticas.
Pero ahora vamos a mostrar opiniones en ese sentido.
Virgilio se convirtió en un mito en el Medievo por su famosa intuición de la venida de Cristo. Esa referencia, para los monjes que trataban de demostrar que hasta los paganos esperaban su llegada, supuso una licencia para investigar su poesía, pese a la fama de adivino que también le acompañaba. En un trabajo que citaba Ugarte ("Otro Virgilio: la mirada medieval" de Marie-Paule Loicq-Berger)
http://bcs.fltr.ucl.ac.be//FE/21/VirMed/Vir1.htm
se estudia las facetas de su valor en muchos sentidos.
A efectos iconográficos, que es en lo que estamos, no podemos olvidar la famosa frase de Virgilio inscrita en la pared de la iglesia de Santiago de Agüero (Huesca) que muestra Omedes (http://www.romanicoaragones.com/31-sotonera/990414-AgueroSantiago05.htm) que pertenece a un verso de otro poema famoso de Virgilio : las Bucólicas que encaja perfectamente con la filosofía cluniacense: "el amor todo lo vence" porque la colaboración y la generosidad en la ayuda al prójimo era la esencia de su visión y encontrarse la legislación hispana con el recurso a las venganzas y la justicia brutal debió de ser un choque para ellos. No parece extraño que el recurso a la vida y el orden de la colmena les sirviera de modelo universal.
Una asociación de apicultores
canarios tiene publicado el estudio de las Geórgicas en
https://apigranca.es/wp-content/uploads/2021/12/VIRGILIO_Georgicas_IV_2021.pdf
en el que su autor Julio Picasso comenta:
El imaginario simbólico de inspiración animal ha
fijado habitualmente su atención en los vertebrados, y ha tendido a dejar de
lado, pese a su abundancia, el deslumbrante mundo de los bichos sin armadura
ósea. Pero si queremos encontrar excepciones, tenemos que recurrir
inevitablemente a la abeja, el invertebrado que quizá más interés ha suscitado
nunca, y que ha acabado por verse asociado a un buen puñado de referencias
simbólicas e incluso arquetípicas, establecidas en la antigüedad clásica y en
el período medieval. Plinio el Viejo expresaba con rotundidad su admiración por
nuestro insecto: “Inter omnia [los
insectos] ea principatus apibus et iure praecipua
admiratio”. La abeja, es cierto, acumula una gran cantidad de rasgos
significativos: vive comunalmente, respeta una jerarquía, es trabajadora, se
asocia a las flores, tiene unos machos bastante extraños, posee aguijón,
construye panales y, cosa maravillosa, ofrece la dulcísima miel.
Ya el propio nombre griego de la abeja es todo dulzura: mélitta (o mélissa),
directamente relacionado con méli, miel, hasta el punto que a veces también
mélitta puede aludir a la azucarada pasta. Si vais a un diccionario de griego,
encontraréis un buen puñado de vocablos con la misma raíz, todos de una eufonía
innegable. Aristóteles aventuró una explicación de la presencia de la miel en
los panales plenamente consonante con la consideración poética que tenemos de
ella. Así, hablaba de que la miel no era fabricada por las abejas –que sí que
hacían la cera, con la resina de los árboles, y del mismo panal, con flores–
sino que era un producto del aire, que caía con las gotitas de rocío, principalmente
al salir las estrellas o el arco iris, y que las abejas recogían de las flores.
Aristóteles dedicó a la abeja amplios párrafos dentro de su obra zoológica, con
observaciones por lo general más ajustadas que las relativas al origen de la
miel. Sin duda, recogió buena parte de su información directamente de los
apicultores, cosa que hace especialmente valiosa su aportación. En todo caso,
el origen de la miel siempre resultó bastante enigmático. Por eso, en el Physiologus,
prototipo de los bestiarios, atribuido a San Epifanio, se establece que como la
pequeña abeja da admirablemente un fruto que es el origen de la dulzura, así
también las obras divinas son incomprensibles y admirables para los humanos.
El otro producto por excelencia de la abeja, la cera,
es motivo también de referencia simbólica. La intervención del insecto como
suministrador de materia prima para el cirio pascual es cantada admirablemente
en el anuncio de la vigilia de Resurrección, verdadera cima de la liturgia
cristiana. En el Bestiario toscano, por su parte, se
nos dice cómo la cera es empleada por la abeja para cerrar el panal y que no se
pierda o despilfarre su fruto. Esto es un aviso de cómo nosotros tenemos que
controlar con la virtud nuestros sentidos para que no sean puerta de cosas malas
que nos hagan perder el fruto de las buenas obras. Obras, por cierto, que
podemos hacer sólo si también en eso somos como la abeja: trabajadores
ordenados, humildes y pacientes, siempre pensando en los bienes comunes.
Encontramos así una referencia a la laboriosidad de la abeja, cuestión también
muy ponderada por los autores antiguos. Quizás fue Claudio Eliano quien más
simpatía manifestó por ella. Nos dice este autor que la abeja añora, allá donde
el invierno es riguroso, el calorcillo que impide que se entumezcan sus
miembros, y que uno nunca la verá ociosa si el tiempo acompaña. Quizás por eso,
Isidoro de Sevilla encontrará como cosa natural que en Escocia no se den
abejas.
Eliano nos hablará asimismo de la animadversión de la
abeja hacia la molicie y la lujuria, compañeras habituales de la pereza, y nos
da los casos de gente atacada por un enjambre por haberse perfumado con exceso
o por haber mantenido relaciones inconvenientes. Ni qué decir tiene lo
provechoso que resultó eso para el simbolismo moralizador de la Edad Media: el
aguijón de la abeja como imagen de quien combate el pecado.
La abeja, finalmente, ha sido alegoría del sentido de
la perfección y la justicia. Eliano, una vez más, ensalzará la construcción de
colmenas y panales, no sólo por estar bien hechas y ser bellas, como los
edificios de los monarcas, sino también por no estar relacionadas con el
padecimiento de los otros y la esclavitud, diferencia fundamental con lo que
hacen los magnates. Semejante sentido del orden justo hará decir a Richard de
Fournival, en su Bestiaire d’amour, que a pesar de
ser sorda, la abeja se da cuenta del canto, que le atrae y al que obedece, por
ser expresión de perfección.
© Mètode 2013 - 33. Abejas de miel - Disponible solo
en versión digital. Primavera 2002
Casulla del Papa Benedicto bordadas con abejas en una festividad del Domingo de Pascua
Intentaremos finalizar con algunos estudios de
la influencia de la poesía de Virgilio en la Edad Media, y en nuestro caso,
hasta en la iconografía religiosa de S.Martín de Frómista promovida por el rey
Alfonso VI con la ayuda de los monjes cluniacenses a finales del siglo XI. Es
muy importante comprobar esta propuesta con la iconografía, ya que no existen documentos de apoyo
pero creemos que las imágenes se explican bien. El hecho de que poco después se
incluya en la escultura de Cluny el motivo de los apicultores, que conocemos
por su copia en Vezelay, que manejan instrumentos de cultivo de miel y cera (no
aluden a los vientos) supone nada menos que fue Castilla donde se experimentó
por los cluniacenses una iconografía no comprendida (incluso ninguneada) por
las fuerzas sociales , (probablemente parte de la familia real) pero que el
empeño de los monjes –muy probablemente los nuncios franceses- hizo que se
trasladara a Cluny ese mensaje que perseguía erradicar en España las venganzas
y daños físicos al aplicar la Ley visigótica, y se fomentaran nuevos modos de impartir
justicia, a la vez que se materializaban los mensajes del cambio de liturgia, a
lo que eran reacios en Castilla. Probablemente nos conduce a la prevalencia de
la escultura románica española sobre la francesa, pero eso ya es para
especialistas.
Textos aplicables a la influencia de la poesía
de Virgilio al románico hispano.
En un largo estudio disponible en Internet
dedicado a Virgilio por José González Vázquez publicado por la Editorial
Síntesis en la Historia de la Literatura Universal, resalta cómo las Geórgicas
actúan proponiendo el modelo de la colmena para la sociedad, con una actitud
constructiva y social tendente a asegurar la feliz convivencia y el bienestar
de la comunidad de ciudadanos. El humanismo que promueve ha sido considerado
como fundamentos espirituales de la civilización occidental.
Inevitablemente la referencia a la historia de Orfeo y Eurídice aparece encadenada al mito de Eristeo, quien pierde sus abejas como venganza por la muerte involuntaria de Eurídice. Y acaba el poema revelándonos cómo recuperar las colmenas perdidas: sacrificar toros y dejar que sus cuerpos se pudran y de las vísceras corrompidas de éstos nacerán innumerables enjambres de abejas.
Además de la llamativa relación a la historia bíblica de Sansón y el panal en la boca del león desquijarado (uso de elementos clásicos en la Biblia) recordamos un capitel de S.Isidoro de León muy difícil de ver, que ya estudió Therese Martin en la fachada sur hoy imposible de ver por inaccesible.
El investigador sigue: "Si las Bucólicas son la sublimación del amor y de la libertad, las Geórgicas son el poema del trabajo, de ese labor improbus (=duro trabajo) que todo lo vence". Pero el concepto de trabajo que tiene Virgilio es mucho más moderno que el de su modelo griego, Hesíodo, el trabajo no es tanto un castigo de la divinidad, cuanto el medio de que dispone el hombre para encontrar su destino en la tierra. El trabajo enfrenta al hombre con la naturaleza, con la Madre Tierra, a la que tiene que arrancarle el sustento y la propia vida. Pero, además, el trabajo tiene en Virgilio también un profundo sentido humano y sociopolítico, ya que fue la base para que la sociedad romana construyera su grandioso imperio, o sea, un factor de progreso social y no ya meramente personal o individual. Su exponente perfecto nos lo ofrece el poeta en su tratamiento de ese mundo social que constituye la colmena".
En Dialnet podemos leer un trabajo de Avelino Dominguez García "Aproximación al mundo de las abejas en los autores grecolatinos" que de nuevo destaca su "sabia organización social". "El carácter milagroso de las abejas y consecuentemente, de la miel, hace que ambas se encuentren en la órbita de la divinidad". Su modelo de organización de la vida en común es alabado y las continuas citas a Plinio, que las considera un ejemplo para la sociedad, aparecen en el estudio.
En otro texto "Virgilio en la Edad Media: ¿Profeta o plagiario?" de Jose Carlos Santos Paz de la Universidad de La Coruña se dice "Virgilio fue, de los clásicos, el que ejerció más influencia en la Edad Media, en particular sobre los autores cristianos, que lo consideraron un modelo literario y también un sabio que se había aproximado mucho a algunas verdades de su religión; ello les llevó a utilizar sus escritos para confirmar los principios de la fe cristiana, como lo demuestran, por ejemplo, los numerosos centones virgilianos de tema cristiano. Esta tradición se apoyaba en gran medida en la interpretación mesiánica de la cuarta bucólica virgiliana, en la que se anuncia la llegada de una nueva Edad de Oro que habría de coincidir con el nacimiento de un niño"..."Paralelamente, la Edad Media cristianizó a las sibilas de la Antigüedad , conocidas gracias a las obras de Lactancio y, sobre todo, de Agustín" ...como se puede ver en el pavimento del Duomo de Siena en donde las sibilas son el equivalente femenino de los profetas del Antiguo Testamento. Virgilio aparece junto a los profetas en el Pórtico de la Gloria en Santiago.
_________
(Junio de 2024) :
El pavimento de Siena, hecho de taracea de piezas de mármol maravillosas, puede verse descrito en la web de Marisa Uberti con valiosa información www.duepassinelmistero.com
Nosotros tenemos algunas fotos de otras escenas, como la de entrada donde Hermes Trimegisto entrega el libro de la Sabiduría. Los escritos "herméticos" fueron traducidos por Marsilio Ficino, un gran conocedor de la ciencia ocultista (y que, por cierto, escribió un tratado sobre el mal de ojo, que estudió de manera científica). Hay que notar que todo el borde de la taracea está realizado con trozos de laberinto, un motivo apotropaico más de los muchos que contiene. Lo mismo que el SATOR que aparece entre sus inscripciones. Como señala Ana Valtierra Lacalle, historiadora que ha hecho una magnífica ficha de la Sibila de Cumas, en la Revista Digital de Iconografía Medieval nº 22, que es la que nos interesa aquí "LA SIBILA DE CUMAS: REVALORIZACIÓN Y CRISTIANIZACIÓN MEDIEVAL DE UNA ICONOGRAFÍA DE ORIGEN ROMANO", la inclusión de esos juegos de palabras o palíndromo, que también tenemos en España tienen una función apotropaica, es como las imágenes sorprendentes, chocantes, inesperadas e intrigantes para....ahuyentar a los diablos. Ya lo siento por mis escépticos amigos, pero la brujería y la magia (siempre de color blanco) están siempre protegiendo las bellas obras, hasta los niños y las damas.
Hermes transmite los conocimientos egipcios a otros sabios (pavimento de Siena) |
Curiosamente la inscripción que identifica la escena, ubica a Hermes como contemporáneo de Moisés (otro que tuvo línea directa con Dios). A fin de cuentas, ambos eran egipcios.
Un poco adelante aparece una loba capitolina con sus amamantados, pero no se trata de los romanos, sino que al parecer la tradición repite la leyenda fundacional en Siena con los hijos de los romanos, los gemelos Seno y Aschio
Mitificación de la fundación de Siena copiando la de Roma con las ciudades de la regiónEn resumen, remitimos a la página de "dos pasos en el misterio" que tiene buena información. Nosotros no tenemos la foto de la sibila de Cumas, pero ponemos a su hermana , la Helespóntica que, encuadrada por el dichoso taqueado jaqués (también apotropaico, como se sabe) sirve para intentar presentar a la cumana, por si la webmaster de Baul del Arte (creo que era una dama hacc un tiempo) nos perdona que se la tomemos prestada.
¡Hola! Me preguntaba si es Fredinando el mismo Fernando que tan amablemente nos enseñó cada detalle de la iglesia de Santa María de Yermo el viernes santo de 2024. Si es así, me alegraría poder tener un contacto digital con él. Si no es así, de todos modos, quedo atento a este blog para conocer más sobre el románico y sus significados. Un abrazo virtual.
ResponderEliminarPues, como dice el chiste de Judas en la Ultima Cena, Oui, c'est moi. Pero el temor a ataques maliciosos (o más bien, por la ignorancia que nos hace plegarlos en nuestra cáscara sin exponernos) mejor es que lo hagamos en este blog que tan amablemente nos ofrecen los amigos de Románico Digital. Puedes preguntar aquí cuanto quieras y si quieres saber los sentidos de la iconografía románica puedes conocerlo en los cursos de la Fundación que soporta este blog, que te van a dar las lecturas alternativas a las manidas de "pecado, castigo, "condena," "nena, eso no se hace" y tantas tonterías con las que a veces nos explican las imágenes, porque muy pocos han estudiado la religiosidad popular y el sentido apotropaico de muchas de sus figuras. Jean Claude Schmitt, Michael Camille, Malcolm Jones, Ziolkowski, Aaron Gurevich, Christa Sütterlin, son algunos autores que te harán ver el sentido alternativo a la catequesis que te quieren colocar. Verás que ninguno es nacional, aunque hay algunos muy buenos, (Boto, Alejandro García Avilés...) pero el mundo académico español, de una manera u otra, siempre tiene a algún guardíán de la ortodoxia al acecho para evitar "desviaciones". No queda otra que aprender a leer inglés y francés. En este blog he publicado muchos comentarios personales y siempre poniendo el origen del estudio. Tenía mucho escrito en un foro de una asociación de supuestos interesados en el románico, pero me lo han borrado para poner sus excursiones. Tengo parte recuperado y lo iré poniendo aquí en breve, en cuanto cierre el estudio sobre Virgilio, las abejas y San Martin de Frómista que he tenido que interrumpir. Pero sobre todo, lee mucho, descárgate (con prudencia) artículos, mira los libros editados por la Fundación y no des por bueno lo que te diga el cura de la iglesia (sin ofender) que siempre va a aprovechar para darte catequesis y la mayoría del románico es románico popular, del pueblo, plagado de supersticiones, aunque las nuestras no son tales, sino sagradas creencias, ya sabes, gracias a Dios.
ResponderEliminarGracias Fernan... quiero decir, Fredinandus, por tantas recomendaciones. Por lo pronto ya me he hecho con "Imágenes Encantadas" de Alejandro García Avilés (me está pareciendo muy interesante) y poco a poco iré estudiando a los autores que mencionas para entender mejor la semiótica del románico porque, de verdad, me parece un tema fascinante. También me parecen muy interesantes los artículos alrededor de estos temas que aparecen en el blog y, por supuesto, andaré al ojo con los cursos. Vamos, que me he puesto deberes para que las próximas visitas temáticas (ya barajamos Burgos o Soria, ambas provincias me parecen que tienen bastante que ver). Me alegra habernos cruzado, seguimos en contacto por estos lares. Un saludo.
ResponderEliminarBien, pues ya te toca leer. Lo primero, espero que hagas un recorrido por los variados temas que hemos ido tocando en el blog, donde solo escribimos unos pocos.
EliminarComencé en 13.1.17 en mi papel habitual de ignorante impertinente, que hace preguntas "que no tocan" comenzando con lo que se ha convertido en tema recurrente en mis investigaciones : el significado de la iconografía de San Martín de Frómista. Eso enlaza con un artículo que publiqué en 2023 en un libro colectivo de viejos camaradas admiradores del primer presidente de la Asociación de Amigos del Románico cuyo destino ha acabado en manos que no quiero ver. Se titula "Románico. El lenguaje de las piedras vivas", editado por Mario Agudo Villanueva, coordinador y era uno de los puntales de esa Asociación venida a menos. Editado por Dilema, lo tienes a la venta en la propia librería de la Fundación Santa María la Real. Mi trabajo "Justicia y paz: el capitel de la Orestiada en el mensaje de Cluny". Tras esa mirada "impertinente" he ido haciendo más preguntas y propuestas y ahora mismo tengo la mochila plena de artículos y notas sobre Cluny y Alfonso VI (que trajo a sus monjes a Castilla a ver si incorporaba sus reinos a la civilización, porque esto era el salvaje oeste, ojo por ojo) y estoy enredado en encontrar la relación Cluny-Frómista a través de las abejas. Ya ves a qué desvaríos conduce leer tanto, como don Alonso Quijano.
Alejandro me recomendó entre otros, un libro muy sugerente, escrito por la californiana Ruth Mellinkiff titulado "Averting demons.The protective power of medieval visual motivs and themes" en dos volúmenes (texto e imágenes) que si buscas por internet puedes ver algunas cosas. Yo lo tuve que pedir por intercambio bibliotecario porque en la Uni de Cantabria, nada y tampoco hay medievalistas, así que a dos velas. El libro que has comprado (y que yo te imitaré enseguida) seguramente tengo leído parte, porque el Dr.García Avilés me mandó algunos textos
Saludos de nuevo. Ya hemos leído y coleccionado el libro del Dr. García Avilés "Imágenes encantadas" que hace un recorrido por la variante opinión de la Iglesia sobre las representaciones religiosas, condenables cuando no lo promueven ellos o utilizable y beneficiosa cuando les interesaba. Lo deduces bien con la lectura del gran trabajo del autor. Es curioso cómo hoy utilizamos la palabra "encantada", ya muy trivializada para definir algo que nos atrae, cuando en su origen lo mismo el encantamiento era cosa diabólica o cosa divina, según el "mediador". La manipulación del lenguaje nos lleva también por ejemplo, a sentirnos "fascinados" cuando algo nos atrae fuertemente, cuando en su origen el fascino era algo tan diabólico (para los cristianos) como el miembro viril : el fascino. Por eso, muchos canecillos e incluso capiteles son "fascinantes" porque su representación sexual atrae la mirada de manera imposible de contener. Dice Michael Camille que el sexo y el circo (ambas cosas abundantemente esculpidas en el románico) son lo que más atrae la mirada de los humanos.
ResponderEliminarPero volveremos a comentar las muchas cosas que he subrayado en el libro de Alejandro.
De momento, me complace anunciar que finalmente he podido ver reproducido en el blog, gracias a los amigos que lo administran, mi artículo de 2021 sobre la iconografía de San Martín de Frómista con propuestas de lectura de sus capiteles en un programa iconográfico inédito y que me dará pié para poder publicar seguido mis observaciones sobre la presencia de la ideología cluniacense en la Castilla de Alfonso VI y su sorprendente relación con la casa borgoñona y su enorme poder a finales del siglo XI. Lo iremos viendo. Mil gracias a los administradores del blog.
https://www.romanicodigital.com/index.php/actualidad/noticias