...y un sorprendente espinario

Debemos terminar esta escapada al descubrimiento de la ordalía de Larraona, y para no extendernos, estudiaremos los detalles que nos faltan sobre las mismas dovelas
Como decíamos, tras el arrastrado por los pelos aparece un hombre que lleva una gallina atada con una cuerda, otro hombre parece enjaezar un cuadrúpedo y el tercero lleva cogida por las patas lo que parece una gallina, mientras en su mano derecha lleva un objeto que suponemos relacionado con el animal. Es sin embargo en la otra parte del arco, donde aparece el juicio y la insistente gallina 
La última dovela muestra al presunto alguacil que lleva amarrado a un animal que no es posible identificar (esperemos que no repita gallina).
Todo el ambiente de la portada, incluído la ordalía, no muestra dramatismo sino caricatura de lo que debía de vivirse ante ella.
Lo realmente sorprendente -si no ha habido bastantes cosas raras antes, como el monosandalismo- es uno de las canecillos, que muestra a un espinario. No es exhibicionista, como tampoco lo es el de Armentia, por ejemplo, pero sí tiene una característica única: la botella que se aplica a la planta del pie. Aquí esa vieja propuesta de la adaptación de la imagen profana del espinario que se saca cada uno de los pecados de la planta del pié (que no deja de tener un bello sentido moral, pero poco apoyo iconográfico) se cae de plano. Lo único que se me ocurre (es la segunda vez que veo en el románico el uso de una botella, después del capitel de San Andrés de Montearados) es que relacionado con la ordalía pudiera haberse adaptado en Navarra (es preciso consultar el Fuero) alguna prueba ordálica que consistiera en caminar sobre rejas al rojo. De ello habría quedado la fiesta folklórica de San Pedro Manrique en Soria. Y en consecuencia, este canecillo mostraría a un hombre antes o después de someterse a la ordalía del hierro candente en su versión caminante. Pero es una pura especulación. Lo que darían los publicitarios de desodorantes y demás por esta imagen...
La wiki nos muestra un ejemplo de ordalía caminando sobre rejas de arado al rojo vivo realizada por Cunegunda de Luxemburgo, acusada por un obispo de adulterio. Ella se sometió voluntaria a la prueba y demostró su inocencia saliendo ilesa.

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