Iconografía de las ordalías
Vila da Vila comenta en su libro sobre Avila románica las figuras de
leones devoradores. Lo relaciona con el capitel dedicado al Pecado Original en
Frómista, del que tenemos dispuesto un artículo que pronto volcaremos en este
blog, en el que hacemos una propuesta que explique la inusitada presencia de
monjes en dos escenas ( se enfrentan la caída y la supuesta reprensión) de los
capiteles altos de San Martín de Frómista. La investigadora relata que ” en uno
de los ángulos del capitel del Pecado Original, se advierte la cabeza de un
felino que engulle a un hombre, del que ya solo se ve el cuerpo. El efecto que
produce tal imagen es muy similar a la del león con la cabeza vuelta del
capitel abulense, por lo que también es posible que el escultor se hubiera
basado en este tipo de figuras andrófagas para la composición de su león. Es
cuanto podemos sugerir acerca de un motivo de iconografía tan incierta“
Si vemos la foto, debemos destacar que el capitel de
Frómista debe verse en su conjunto y no sólo el ángulo que cita Vila da Vila. Y
vemos en su cara central que a ambos lados hay dos figuras significantes de la escena central. A nuestra izquierda
aparece una especie de león o mono similar al que figura en el lateral del
capitel de la zorra y el cuervo; en ambos el animal está sacando una larga
lengua que coge con su mano. Es habitualmente interpretado como el pecado de la
soberbia, muy en línea con el episodio de la zorra y el cuervo. El que allí
esté sujetando una especie de torre o muro, se ha entendido como la torre de
Babel, en el que la soberbia llevó a la confusión de lenguas y el fracaso. Ese
mismo pecado de soberbia es el que se aplica al Pecado Original y por
extensión, el incumplimiento de una orden divina, la transgresión. Ese pecado,
cometido en el Paraíso, conduce a la figura que trata la investigadora a nuestra derecha: la
muerte, la pérdida de la vida eterna que podrían haber tenido de no pecar. En
Frómista es frecuente ver escenas de devoración, siempre, a nuestro juicio, con
sentido de condena y muerte.
Volvemos al artículo de Olañeta que teníamos
aparcado, y encontramos una propuesta de figura que introduce la mano en la
boca de una máscara, ahora en la catedral de San Pedro de Ginebra, lo que confiere carácter general en el románico a la representación de los juramentos, como venimos proponiendo
Puesto de
espaldas, pero con la cabeza volteada hacia atrás, un personaje introduce su
mano izquierda en una máscara con aspecto
parecido a las máscaras del teatro griego. “Colocado simétricamente al otro
lado del capitel central del mismo pilar, en el que aparecen unos leones,
figuran dos personajes de rodillas, con las manos en la cintura, uno de los
cuales luce una concha prendida del pecho, por lo que ha sido identificado con
un peregrino. Lo curioso es que estas escenas se desarrollan junto a la segunda
de las representaciones de Daniel en el foso de los leones de este templo.
Precisamente entre los condenados en el infierno del propio Pórtico de la
Gloria, aparecen dos personajes cuyas manos están siendo mordidas por las
potentes fauces de un ser monstruoso". Ya lo habíamos mostrado.
"Mariño –concluye Olañeta- asocia este
tipo de castigo, que figura en algunos ciclos infernales en el tránsito entre
los siglos XII y XIII, con un procedimiento de prestación de juramento.
Terminamos por hoy con otro capitel mencionado por
los especialistas: en San Quirce de Burgos.
Efectivamente, contiene una
devoración de la mano de una mujer desnuda a la que le muerden los pechos una
serpientes que se le enrollan en el cuerpo : No hay duda de que se trata de
la lujuria. Su mano derecha está siendo devorada por un león esta vez de cuerpo
entero. Veamos lo que dice la EdR: "El lado izquierdo lo ocupa un león que se
encarama sobre sus cuartos traseros Por el cuello le agarra una mujer que
ocupa ya la cara frontal y que con su mano agarra el rabo de otro león. La
mujer está en posición frontal y desnuda, con unas serpientes que se le
enroscan entre las piernas y luego le muerden los senos. El segundo león,
también encaramado sobre sus cuartos traseros, sujeta fuertemente con sus
garras a un hombre al que parece querer engullir. Completa la cara derecha un
hombre de pie con la mano derecha levantada en actitud ritual y solemne. “
Bien, no somos buenos fotógrafos pero está claro que la
descripción no es correcta: la mano derecha de la dama está siendo mordida por
la boca del monstruo. No disponemos de foto de la cara izquierda del capitel
para intentar identificar –si lo hubiera-algún detalle, por ejemplo, bolsa, en
el otro personaje que sujeta el otro león. Puede que no lleve nada, ya que para
el pecado de la lujuria son precisos dos, casi siempre y por tanto ambos
condenados. Que en ese lado se complete con un hombre en pie levantando la
mano, parece representar la condena de los pecadores lujuriosos por el clérigo. Pudiera relatarse aquí el fracaso del juramento al que se solía someter a las damas acusadas de adulterio.
Rescatamos un comentario de M-J que nos ha pedido que se lo transmitamos a Fredinandus.
ResponderEliminarFernando te estas superando. De aquí a la gloria a menos que te hagan someterte a un juramento, Dios nos libre de eso! Muchas gracias por clarificar tantas cosas. Cuando vaya San Quirce en Abril sacare esa foto del lado derecho que no tienes.
M-J
Gracias M-J. Aunque no lo creas hay una contradicción en tus buenos deseos: si me envías a la gloria, me vas a poner en un hueco donde se prende fuego a la paja para calentar las casas castellanas, que tan bien conocen los gestores de este blog. Es curioso que enviándole a uno a la gloria, sea lo más parecido al infierno. Pero entiendo y agradezco el ánimo. Me he dispersado un tanto, pero prometo entrar cuanto antes en materia, que tenía que intentar demostrar el programa iconográfico de Frómista y aún andamos metiendo la mano en el fuego. En San Quirce no desprecies los canes, más antigüos que el resto, donde tienes lo "clásico", desde un caganer a un exhibicionista. Hasta pronto.
EliminarSi la Gloria te produce reticencias:al Olimpo...¿te gusta más?
ResponderEliminarNo he podido contestarte antes.
Hasta hoy no había entrado en este foro.Pero no me quiero quedar con las ganas de discrepar en que el Juicio de Dios en el tema de Caín y Abel (a pesar de coincidir en el nombre) llamarlo ORDALÍA... uhmmm no se´... no sé.
¿pulpo como animal doméstico ???
Si la Gloria te produce reticencias:al Olimpo...¿te gusta más?
ResponderEliminarNo he podido contestarte antes.
Hasta hoy no había entrado en este foro.Pero no me quiero quedar con las ganas de discrepar en que el Juicio de Dios en el tema de Caín y Abel (a pesar de coincidir en el nombre) llamarlo ORDALÍA... uhmmm no se´... no sé.
¿pulpo como animal doméstico ???
Lola,hola.Básicamente una ordalía consiste en dejar en manos de Dios una decisión sobre la conducta humana. Por eso se llama juicio de Dios porque los humanos no son capaces de encontrar la verdad, lo justo. Cain y Abel elevan sus sacrificios a Dios con lo que producen: uno corderos y el otro vegetales. Dios elige, prefiere, el sacrificio de sangre, el del primogénito de cada rebaño y rechaza la primera (suponemos) cosecha de cada año de Cain, que ha seguido las normas como puede. Está claro que al Señor no le gusta el "humo de pajas" y eso despierta los peores instintos en el "impío" (por qué impío si hacía lo mismo que su hermano?). Se venga no contra Dios, que no está a mano, sino en su favorito, Abel. Puede entenderse que el juicio (a mi modo de ver, injusto) de Dios elige a Abel. Sólo porque Cain se ha equivocado de profesión. No es una ordalía al uso, pero es un juicio o elección de Dios. Puede no ser pulpo, pero tiene algo de calamar.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar